Para Avelino Rodríguez, fundador de The Lift México, hay que atender a la enfermedad y no a sus síntomas. Y el problema, a su modo de ver, es la manera en que ha crecido en los últimos cinco años de forma acelerada y exponencial el costo de producir en EE. UU., en particular en el estado de California. La política de aranceles, no aborda esta situación, porque busca la solución “afuera”.
“Hollywood viene de una pandemia, de una huelga de talento, seguido de un incendio. A cada una de estas tres crisis, la respuesta de los sindicatos ha sido subir el precio. Cuando yo abrí la compañía nosotros teníamos una proporción de dos puntos, es decir, costábamos 2.5 veces menos que la producción de EE. UU. Hoy costamos 3 o 3.5 veces menos. Es decir, la producción en Los Ángeles se ha encarecido de una manera que no es proporcional” afirmó.
SITUACIÓN DEL MERCADO EN LOS ÁNGELES
Hay una caída del 58% en la producción televisiva en Los Ángeles respecto a su máximo de 2021, y los días de rodaje han disminuido un 22% en comparación con el mismo período del año pasado, según datos de FilmLA. El número de contribuciones al Plan de Pensiones Cinematográficas, considerado un indicador clave de la salud de la industria, también se redujo un 30% entre 2022 y 2024.
La industria local empuja en este momento que se instale una política de incentivos, con el fin de atraer a la producción audiovisual a escoger ese mercado para trabajar.
Esto, comenta Rodríguez, al mismo tiempo que, en los últimos 20 años, se han profesionalizado los destinos de servicios de producción, y han surgido los incentivos. En particular, incentivos muy agresivos en países de Europa, que han hecho muy atractivo ir a producir allí.
REPLICAR DETROIT
Expertos argumentan que lo que experimenta el mercado en Los Ángeles es similar al declive que vivió la economía en Detroit a mediados del siglo XX, y que quebró a la ciudad en 2013, tras la reestructuración industrial y la pérdida de empleos en la industria automotriz, tras el traslado de las empresas a lugares con mano de obra más barata.
“Hoy no es viable producir películas en EE. UU. porque el precio es prohibitivo. Estamos además en un momento en el que el mundo camina hacia un lugar de cooperación, de colaboración y de intercambio, de globalización. Al mismo tiempo, acelerado aún más por la guerra de Ucrania y el regreso de Trump, el mundo se centra en el proteccionismo y se posiciona el tema de la derecha”, argumentó Rodríguez. En este contexto, la respuesta del presidente de EE. UU. con el anuncio de 100% de aranceles a películas extranjeras, es una narrativa que pone el problema fuera de casa, con el argumento de competencia desleal.

La huelga de actores y escritores, fue uno de los disparadores de la crisis en la industria de Hollywood
“No importa la narrativa que tú le pongas, porque no arregla el problema. El problema es que tienes un sindicato al que no le importa que el trabajo se vaya. Ahora imagínate que el trabajo regresa, pues le van a subir todavía el precio más, como también está ocurriendo con los incentivos en el mundo, que ya empiezan a tener un componente inflacionario” indicó.
MENOR INNOVACIÓN
Argumentó Avelino Rodríguez, que una reflexión necesaria es que históricamente la innovación tecnológica en la industria ha venido del mercado estadounidense, en particular, de Hollywood. “El hecho de que todo se vaya a los low cost destinations, nos indica que se va a parar muchísimo desarrollo tecnológico y de creatividad que estaba instalado en EE. UU. Si toda la producción se queda en un estándar de costo nada más, va a pasar también que dejará de haber innovación” explicó.
De igual forma, a Rodríguez le preocupa que se normaliza un estándar más bajo de lo que se ha logrado, con lo que dejaría de haber un terreno de excelencia. Relató que estuvo visitando recientemente a clientes en Los Ángeles, y de tener 40 proyectos, hoy tienen 90.
“No me siento orgulloso de esto. Antes teníamos 40 proyectos y el otro tanto se quedaba en EE. UU. Había una correlación sana. Ahora nosotros, en el esquema y el formato de trabajo que tenemos, que es production fee, pues no tenemos el dinero para innovar y estar a la altura de la demanda. Porque tampoco nos lo dan, pues tampoco somos las compañías signatory con las agencias. Está muy desequilibrado el mercado, y su origen, definitivamente, ha sido el tema del encarecimiento excesivo, y del costo de vida en Los Ángeles, que es un tema inflacionario muy importante, junto a la mano de obra”.
ARANCELES Y PANTALLAS DE STREAMING
El tema de los aranceles planteado por Trump a la industria audiovisual, definitivamente es complejo y difícil de aplicar, argumenta Rodríguez. En el caso de las pantallas de streaming la salida puede ser reducir su catálogo a EE. UU., eliminando las películas y series extranjeras. Pero también podrían incorporar una suscripción que incluya el contenido internacional, y así pasar el costo del arancel al consumidor.
“Esta una medida que acaba con los destinos de producción, con la industria local, con la audiencia y el consumidor. Entonces, pareciera ser que es como una bomba que únicamente destruye todo. No hay todavía el lado positivo a esta narrativa” afirmó.
Explicó que hay que esperar a que el presidente de EE. UU. tenga las necesarias conversaciones con los estudios. “Al final del día, es tener el 100% de nada, cuando es mejor tener el 70% de algo” dijo.
Recordó que ya se han visto situaciones en las que el presidente Trump se ha tenido que retractar, como fue el caso de las autopartes mexicanas, que matemáticamente no hacía sentido porque acababa con su propia industria.
Además, toca atender una cantidad de temas complejos, como el qué califica para registrar películas en inglés como de EE.UU., en el caso en el que hay dobles o triples nacionalidades.
ESCENARIO: NO ARANCELES AL AUDIOVISUAL PERO SI RECESIÓN
En el caso que se retire la propuesta de 100% de aranceles a las películas extranjeras en EE. UU., existe el terreno de la recesión que el tema general de aranceles ocasiona a la economía en general, y que afectará al mercado audiovisual.
En este caso, argumenta Rodríguez que el mercado audiovisual en México podrían tener una pérdida menos grave de producción que la de otros países. “Si sigues la secuencia de la narrativa de sus enemigos por el fentanilo, Canadá y México junto a los aranceles que iba a poner y lo comparas a cómo le fue con otros países del mundo, encuentras que Canadá y México terminan siendo los socios que se quedan con EE. UU. Y donde realmente puso la pelea fuerte fue con China, que es con quien realmente tenía el problema”.
Agregó que, por muchas razones, como zona horaria, cultura, conveniencia, entre otros, mientras ve a Canadá como un estado adicional “sí creo que ve a México como un socio natural. Y yo creo que sería difícil que a México le pusiera una cancelación de producción internacional cuando México no alcanzó a tener un incentivo de producción agresivo, como el que se ha visto en países de Europa”.
LA SITUACIÓN DE LA PUBLICIDAD
Comentó que ya han visto en los 20 años de historia de la empresa, distintos momentos de recesión, como el que vivieron entre 2008 y 2009. “Cuando hay una recesión se anuncia más volumen con menos costo. Se vuelve a hacer cosas mucho más tácticas de publicidad. Menos costo inmediatamente te manda a destinos de servicios de producción. Lo que también está pasando es que el mercado de servicios de producción creció exponencialmente, tanto en publicidad como en cine, a un nivel muy grande”, explicó.
Una publicidad, que estará más orientada a las promociones que a los manifiestos, por el objetivo de inducir a la gente a comprar.
Comentó, antes el mercado se dividía entre menos jugadores, lo que añade tensión. Las agencias de publicidad también entrarán en tensión, pues conforme bajan las ventas, bajan las igualas.
En conclusión, aún falta que se definan los escenarios: si se aplica el arancel del 100% a la producción audiovisual extranjera, cómo se resuelve la crisis de Hollywood, si se logran incentivos que compensen los costos excesivos o si se logra alguna negociación para bajar las tarifas. Y más allá de las fronteras de EE. UU, qué pasa con los mercados latinoamericano y mexicano, a partir de estas distintas coyunturas.