El negocio tradicional está roto, en crisis. Muestra signos de agotamiento estructural, cada vez más difícil de sostener en esta región. Hoy producir en Argentina, y en muchos países de Iberoamérica, es caro, lento, riesgoso y muchas veces inviable. Las productoras pierden control sobre su propiedad intelectual porque no tienen los recursos para desarrollarla ni escalarla. Es una economía de renta baja y esfuerzo alto, sumado a que terminás dependiendo de tener un cash/tax rebate local o dinero de los institutos de cine para conformar un presupuesto y un consumo interno bajo, no hay manera de que una industria y un negocio principalmente se construya con este tipo de bases. Si se rompe alguno de esos eslabones, se cae gran parte de toda la cadena.