MERCADEO

Análisis: Grand Prix de Gráfica del FIAP, la imagen escrita

30 de abril de 2004

Verónica Rímuli es editora de la revista P&C

(Verónica Rímuli, Buenos Aires). Hace ya mucho tiempo que la frase “una imagen vale más que mil palabras” se instaló como un lugar común en diversas disciplinas, entre ellas la publicidad. Ahora bien, cabe recordar que esa afirmación no se acuñó al calor del deslumbramiento por una escuela pictórica, ni tampoco por el nacimiento de la fotografía. Su vigencia corre en paralelo con el auge de la televisión que, como el cine, es imagen en movimiento.Desde esa perspectiva, la producción gráfica en cualquiera de sus formas estuvo siempre asociada a la palabra, a la reposada acción de leer. O al menos de mirar con detenimiento. Sin embargo en la creatividad publicitaria, al tiempo que el videoclip se imponía en los comerciales televisivos, en los gráficos avanzaba el imperio de la imagen. Que, como todo imperio, destruía o reducía a su mínima expresión al que parecía considerar su enemigo: En este caso, el texto. Así, los redactores podían considerar un triunfo la posibilidad de introducir una breve, brevísima frase junto con la marca del producto anunciado. Si aceptamos que Cannes es una suerte de termómetro de la mejor publicidad del mundo, todos recordaremos que en dos o tres de sus ediciones de la década del ‘90 se sucedieron grand prix de gráfica que eran imagen en estado puro.Todo lo dicho no apunta a desmerecer el rol de la imagen; sería estúpido. Tanto como hacerlo con los textos. Los grandes creativos –algunos de ellos redactores, por cierto–, explican que lo prioritario es la idea, el concepto, y que estos suelen “pedir” más de uno u otro ingrediente. Por eso el gran premio de gráfica del último FIAP es una suerte de homenaje a la excelencia, a la síntesis, al concepto en acción: La palabra transformada en imagen. O viceversa, que no es lo mismo, pero es igual.Ver {Fotos de las piezas gráficas;www.produ.com/eventos/index.html?id=386&page=1}