TELEVISIÓN

Blog de Alexis Núñez Oliva: ¿Por qué no te callas… televisión?

15 de noviembre de 2007

Lucas Robledo

Por TV con Alexis Núñez Oliva: ¿Qué es tener dudas?

El incidente de la XVII Cumbre Iberoamericana entre el Rey Juan Carlos, de España, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, no tendría ninguna connotación mundial si no fuera por la televisión.Los encuentros y reuniones entre políticos tenían antes como peor enemigo sólo el rumor. Pocas veces podíamos ver, escuchar y evaluar un acontecimiento como el del pasado sábado 10 de noviembre, siendo verdaderos testigos.La televisión de estos tiempos, convertida en un verdadero reality a través de las noticias, puso en evidencia que más allá de los gritos entre vecinos de un mismo barrio, los presidentes y líderes de países suelen gritarse o no dejar hablar a los demás, como inquilinos de una vecindad global. Algunos de esos políticos, duros censores de la televisión, se ven afectados cuando, descompuestos, se salen de las normas elementales de educación, como pudimos ver a Chávez hablar sin escuchar al presidente de España, y luego al Rey Juan Carlos increpar al presidente venezolano, como si se tratara de una discusión popular.La Internet, convertida en archivo público y mundial, dio mayor fuerza a las imágenes cuando miles de sitios “colgaron” el video –tomado de la televisión- y decenas de lectores usaron su imaginación hasta para “crear” parodias y ediciones y darle al momento una visión simpática.A pesar de las restricciones que algunos países imponen en sus canales –por ejemplo, los iraníes regulan la forma en que deben mostrarse las emociones entre actores para que no atente contra las disposiciones islámicas e ideológicas- la televisión sigue siendo una ventana abierta en cada casa, con decenas de canales internacionales vía satélite que muestran un mundo diverso y distinto, cada vez más difícil de bloquear para los gobiernos. En los países donde la televisión todavía no expone toda la realidad, se convierte de inmediato en la denuncia omitida, tan interesante desde el punto de vista comunicacional como cuando actúa sin censura. En Cuba –donde los medios pertenecen al Estado- ante la escasez, los cubanos suelen hacer bromas: “frutas y vegetales sólo se consiguen en el noticiero”. Así se expresan para destacar que mientras la televisión muestra “logros” agrícolas como noticia, los alimentos no llegan a la mesa a la hora de la comida. Estados Unidos transmitió en vivo – y buena parte del mundo lo vio – los primeros días de la guerra de Irak con el avance de sus bien armadas tropas, a la vez que censuró imágenes de soldados norteamericanos caídos en combate o asesinados en las calles.La misma batalla contra Saddam Hussein dio fortaleza a la casi desconocida hasta entonces Al Yazira, televisora árabe que con su cobertura, mostrando la muerte de civiles, ganó terreno frente a CNN con una mirada distinta de la invasión, dejando ver los estragos causados por bombardeos y atentados. Más tarde, Al Yazira y CNN dieron sus versiones, aunque con similares imágenes, de la ejecución del ex presidente iraquí en la horca. Y también lo vimos casi como si hubiéramos asistido al suceso.El propio Hugo Chávez creó Telesur – en sociedad con varios países- para supuestamente ofrecer “otra” visión latina, porque reconoce el poder de la imagen y del sonido, y tiene su propio programa semanal de televisión, donde se promueve a sí mismo, a la vez que cerró una televisora local, acción que pareció advertir a otras compañías del país el límite que no debe rebasarse.Desde el hombre pisando la Luna hasta la caída del muro de Berlín, pasando por las catástrofes naturales casi en tiempo real y las persecuciones policiacas en vivo lo mismo en Río de Janeiro que en California, la televisión es una tribuna de denuncias, desde donde en ocasiones se escucha el grito de los sin voz, se promueve ayuda, solidaridad y hasta cambios en sus vidas gracias a la cercanía que sólo esa pequeña pantalla consigue, porque puede transmitir en Australia lo que ocurre en Birmania con los monjes budistas y hacer cercano el dolor humano que antes suponíamos tan lejos y casi ignorábamos.Sin esta televisión moderna, en vivo, vía satélite, con todos los colores de la vida, no tendríamos hoy la certeza del descontrol emocional de Hugo Chávez y menos aun podríamos imaginar de lo que es capaz un Rey del siglo XXI, cuando sale en defensa de los suyos.Esto explica por qué a veces los políticos “disfrazan” sus discursos criticando los contenidos de la televisión, cuando lo cierto es que intentan promover una realidad maquillada. Muchos de ellos quisieran gritar… “¿por qué no te callas… televisión?”No importa en qué lugar del mundo ocurra ni cuál sea el hecho. Hoy tenemos la suerte de saber que la televisión lo dice todo… incluso cuando los gobiernos y los intereses personales logran callarla, la televisión sigue diciendo, porque hasta la ausencia de la crítica en televisión es una forma silenciosa de denuncia.Por Alexis Núñez OlivaProductor ejecutivo de TelevisiónLeer otros {Blogs del autor;http://www.produ.com/blog/index.html} * Opine y sugiera al autor: {elblogde@yahoo.com}