TELEVISIÓN

Diez años de la productora mexicana Piano: coproducción obliga a redefinir conceptos como el énfasis en lo local como clave del éxito

15 de octubre de 2021

Aliana González

Sebastián Hofmann y Julio Chavez Montes Productora Piano

La productora y distribuidora mexicana Piano cumple diez años y, según sus fundadores, Sebastián Hofmann y Julio Chavezmontes, se encuentra en su mejor momento, pues su perspectiva es crecer y ampliar el negocio con coproducciones con estudios de Europa y México, de la mano de inversiones de distintos países y plataformas.

Chavezmontes afirma que las posibilidades que abren las coproducciones obligan a nuevas formas de pensar. Si bien hay un cine que responde a una temática de identidad, hay otro cine que no lo hace; sin embargo, ello no lo califica como menos valioso: lo fundamental es que la película tenga algo que decir.

De allí que la idea del énfasis en lo local como clave del éxito no siempre es cierta. Como ejemplo usa el caso de dos películas en las que Piano ha sido productora: Annette y Memoria.

Annette es una película que ocurre en Los Ángeles, pero se filmó casi en su totalidad en México, Alemania y Bélgica, es dirigida por un director francés aunque el idioma en que se produjo es el inglés, es protagonizada por un americano y una francesa, con un crew belga, francés, alemán y mexicano, con parte mexicana del elenco. No podemos decir que es una película francesa ni que está en diálogo con temas de la identidad francesa. Pero es francesa y mexicana porque participaron las industrias de estos países” dijo. Memoria es un caso parecido, de un director tailandés, filmada en Colombia, con protagonistas de Escocia y México, y un equipo de producción mexicano, colombiano y tailandés.

Afirmó que también hay películas que se producen en México, con equipos de producción totalmente mexicanos, pero la temática de la que hablan no refleja a la amplia mayoría del país. Lo que importa, afirma, es “vernos reflejados como seres humanos, más en estas épocas en las que hay una xenofobia y un nacionalismo tan terrible, cuando se insiste en cerrar fronteras. Hay que dignificar lo humano ante este oscurantismo” dijo.

Sebastián Hofmann reconoce las ventajas de la coproducción que trae trabajo a los técnicos mexicanos, y que al ser la industria audiovisual un trabajo colaborativo, el aprendizaje se comparte y el intercambio cultural enriquece a todos los equipos.

“Mi última película, Tiempo compartido (se encuentra en Netflix), no se hubiera hecho sin el apoyo del estado de Holanda, donde se realizó la posproducción. La película describe algo que puede sucederle a cualquier persona cuando vas a estos hoteles de tiempo compartido que existen en todos los puertos del planeta” comentó

Actualmente coproducen un documental de Lucrecia Martel, una película del director sueco Ruben Östlund y una de la directora paraguaya Paz Encina.

Son también la primera productora mexicana en asistir a la competencia oficial de Cannes con tres películas: Memoria, Annette y Bergman Island, mientras la película Annette, de Leos Carax, estará inaugurando el Festival Internacional de Cine en Morelia la última semana de octubre.