Dom Robinson, fundador de la organización Greening of Streaming, ha mandado un mensaje importante para la industria de transmisión de video y TV: Cuando se trata de calidad de video, menos es más.
 
Robinson propone algo que él llama el Acuerdo LESS, o “Acuerdo de transmisión sostenible de baja energía” visualizando un amplio acuerdo de la industria que algún día exigirá más calidad de video que los puntos de referencia tradicionales asociados con la codificación.
 
“Tenemos una industria en telecomunicaciones y transmisión que persigue el caso, persigue los megabits, persigue las proporciones de píxeles, persigue la densidad de color, [persigue] todas estas cosas. Estamos en un punto en el que necesita ejecutar una computadora que pueda brindarle un puntaje VMAF [Video Multimethod Assessment Fusion] para comprender qué calidad está obteniendo. Va más allá de cualquier cosa de la que el consumidor obtenga valor, y el problema es que algunos de estos saltos incrementales están generando enormes diferencias energéticas”.
 
Por ejemplo, el especialista comentó que usando un medidor de mano simple comprado en Amazon, Robinson descubrió que su televisor TCL de 70 pulgadas consume entre 75W y 85W cuando usa el DSP incorporado para ver una transmisión. Pero cuando se decodifica el contenido HDR, ese consumo de energía salta a 135W porque el DSP no admite la decodificación HDR. Por el contrario, el conjunto debe confiar en el sóftwer y la CPU integrada para realizar el trabajo.
 
“Multiplique los 50W adicionales por los millones y millones de televisores en uso en un momento dado, y la tensión adicional potencial que HDR podría generar en la red eléctrica se vuelve un poco más clara, y HDR es solo uno de muchos ejemplos” dijo en entrevista.
 
Robinson está buscando aportes de todas las partes interesadas para definir una calidad predeterminada mínima viable, exactamente lo contrario de la orientación de décadas de la industria de la transmisión, que se puede resumir como una larga marcha hacia una calidad cada vez mayor.
 
La idea detrás del Acuerdo LESS aborda cómo la eficiencia energética podría agregarse a la mezcla al determinar qué calidad de video se muestra. De forma predeterminada, la pantalla puede funcionar con una calidad mínima, es decir, con mayor eficiencia energética, pero ofrece a los espectadores una forma de exigir la máxima calidad bajo demanda.