TELEVISIÓN

DP Sofía Oggioni en #PRODUprimetime: Crew colombiano muy profesional, estricto y serio, pero a la vez dulce, chistoso y buena gente

22 de agosto de 2021

Richard Izarra

Sofia Oggioni Directora fotografia

“Me encanta trabajar con crew colombiano, porque son muy dulces, chistosos y buena gente, pero al mismo tiempo son muy estrictos, serios y trabajan muy bien. Han tenido esta escuela de series y comerciales que les ha dado el rigor de un buen técnico, pero con el humor de un colombiano. Generan un ambiente agradable, no tan acartonado ni rígido” dijo la directora de fotografía y camarógrafa caleña Sofía Oggioni en #PRODUprimetime con Ríchard Izarra.

UNA DURA
“Hoy tengo el inmenso placer de estar con una mujer directora de fotografía y camarógrafa; una dura, como se diría popularmente. Con un talento maravilloso para manejar la luz, los lentes y la cámara. Su más reciente trabajo que vi fue la dirección de fotografía y cámara del largometraje Selva trágica de Netflix. Ella es la caleña, colombiana, Sofía Oggioni, desde su residencia en Nueva York”. Así la presentó Ríchard, quien recalcó que había hecho cámara para la serie Narcos, también de Netflix, y una cantidad de proyectos que han sido reconocidos y premiados en diferentes partes del mundo, bien como DP o como camarógrafa.

IGUALDAD CON HOMBRES
Lo primero que se mostró en el programa fue un video hecho por Arri con algunos detrás de cámaras de Selva trágica. Allí aparece Sofía montada en un columpio hecho con sogas, para subirla a la altura de los árboles, y grabar, cámara en mano con la Alexa, a los chicleros encaramados, haciendo grietas en los troncos para sacar el chicle. Ríchard enfatizó el gran trabajo hecho por Sofía y la directora mexicana Yulene Olaizola, dos mujeres, en plena selva maya en la frontera entre Quintana Roo, México, y Belice, en condiciones bastante crudas para una mujer. Sofía aludió igualdad a los hombres en estas labores, sin necesidad de contemplación. Lo que sí recalcó de la selva, fue la poca luz debido al follaje, lo dificultoso de fotografiar el verde y las culebras de noche.

LO COMPLICADO DEL VERDE
“El tema más complicado de la selva es el verde a nivel de fotografía, porque el verde es interpretado de manera muy rara por los sensores de las cámaras. A veces se satura mucho. Cuando el sol le pega directamente, es inmanejable, parece como verde fluorescente, marciano. Con Yulene esto valió horas de conversaciones sobre cómo íbamos a tratar el verde en la corrección de color, porque en el set no se puede manejar. La cámara va a grabar lo que va a grabar, entonces vas a tener un montón de información que luego tienes que interpretar en el color grading” expresó.

LA SELVA PERSONAJE
Continuó: “Fue más bien una decisión estética: cómo queríamos el verde; porque el verde puede ser cálido o frío, puede ser luminoso u oscuro. Tiene demasiadas interpretaciones. Lo que sucede con las pieles también, porque todo refleja verde. Es como si tuvieras verde no solo en los árboles, sino en el vestuario, en todo, aunque hay formas de cancelar un poco el reflejo en los rostros en el set. Quisimos que no fuera un verde cálido, sino un verde frío. Que no fuera una selva linda y hermosa, pero sí con una personalidad fuerte, implacable, contrastada. Muchas veces se expuso para convertirla en un lugar oscuro, en un lugar que cuente un poco esa historia trágica. Esta selva era un personaje más, un personaje oscuro; no era un personaje de hadas; pero sí un personaje del submundo. Por eso esta selva tiene ese contraste, ese color”.

MEDIODÍA
“En la selva tú no tienes tantas horas de trabajo, sobre todo en la de Yucatán, que es densa en las copas de los árboles, y a las 4pm, en esa época del año, ya estaba en el límite de la subexposición. Hubo que coordinar para trabajar de noche, días mixtos. Lo que realmente sirve es la hora del mediodía, que, paradójicamente, es la luz más fea en exteriores, pero en la selva necesitaba esa luz, que el sol entrara. El amanecer es negro, no hay nada para ver. Toda la continuidad se logró a base de plan de rodaje. En el scouting medí muchísimo la selva, medía la exposición. Caminábamos todo el día y podía medir desde tempranito hasta que se hacía oscuro. De acuerdo a esto, con la asistencia de dirección, se organizó un plan de rodaje. Toda la logística fue alrededor de esta continuidad. Fue realmente un trabajo muy grande de equipo”.

SERPIENTES
“De noche, en el monte, las cosas se mueven unas 40 veces más despacio que cualquier noche en una ciudad. Implicó llevar más gente para atrapar las serpientes en cajas para poder trabajar. Estábamos en un sector protegido y no podíamos permitir que los nativos les cortaran la cabeza, cosa que ellos siempre querían hacer. Había que atraparlas, guardarlas en sus jaulas y luego liberarlas. Es muy peligroso para un nativo atrapar a una serpiente; es mucho más fácil matarla que atraparla. Pero en nuestro mundo de la película eso no era posible. Además, era una reserva natural donde no se matan” contó.

CALI COMO SEMILLERO
Sobre la ciudad de Cali como semillero de muchos profesionales del audiovisual, indicó: “Hay un montón de teorías como que el diablo vive en Cali; toda esta gente tiene sus propias creencias… Creo que yo simplemente di con una universidad donde uno aprende a narrar en imágenes. No se estudia cine en la Universidad del Valle, soy comunicadora social, periodista; pero el lenguaje cinematográfico es muy importante. Los estudios sociales también son muy fuertes. Es decir, es una universidad que combina lo audiovisual con la escritura, y con un enfoque social firme. Si conoces de dónde viene la sociedad, los problemas, la forma de funcionar del ser humano como ente social, tienes otro nivel de profundidad cuando te aproximas a la fotografía. Creo que es un tema de educación. Aprendes estructuras para contar historias, para narrar desde la aproximación de la escritura, y esto, como fotógrafo, te da una formación y otro nivel de profundidad hacia la imagen”.

SENSIBILIDAD
“Como mujer ¿tienes una sensibilidad especial? ¿Las mujeres tienen otra óptica?, preguntó Ríchard: “¡No! Yo no creo en eso. Obviamente todas las feministas me deben estar odiando por decir esto, pero no. Creo que es un tema de cómo te formaste, qué viviste, si tienes una sensibilidad por el arte o no. Creo que hay mujeres que no tienen la sensibilidad para ser fotógrafas, como hay mujeres que sí. Un buen fotógrafo tiene la capacidad de interpretar la luz de acuerdo a una historia. Puede ser una historia muy delicada, muy bella sobre mujeres, fotografiada por un hombre que tenga ese tipo de sensibilidad, por la luz o por lo que quiere su director o directora. ¿Que las mujeres vemos más colores? Algunas sí y algunas no. Sinceramente, hay mujeres que no ven, como las hay que sí ven. Igual que hay hombres que no ven, como los hay que sí ven. Una vez trabajé en un documental con reinsertados de la guerrilla y nos poníamos a contar cuántos verdes veíamos. Esta gente está entrenada, porque ha vivido en el monte y en la selva, y su nivel de sensibilidad visual es enorme para el color. Hay una teoría que dice que las mujeres vemos más colores que los hombres, pero puede ser que unas sí y que otras no. Pero esa gente que ha vivido en el monte ve más colores que los que yo veo, y en teoría yo veo un montón de colores porque me he entrenado para ver los colores en la selva”.

NUEVAS GENERACIONES
“¿Y qué estás haciendo ahorita? ¿Estás entrando en otro proyecto?” “Ahora me voy a rodar un documental con comunidades indígenas de EE UU, y ya hay proyectos para cerrar el año. Luego termino corrección de color de Un varón, la película que rodé a principios de año, y hay proyectos que vienen. Un varón es de Fabián Hernández, un director nuevo, muy buena película. Cada vez que veo a los muchachos y jovencitos que están empezando a hacer cine, como Fabián Hernández, un director muy bueno, confirmo que hay mucho talento en Colombia. Lo que está pasando en Colombia y lo que va a pasar en el cine, es muy bueno. Hay una sensibilidad muy chévere. Se están haciendo películas no tan comerciales, películas de festivales. Hay directores jóvenes muy talentosos, muy inteligentes, con una formación cinematográfica, muy estudiosos, tienen su propio estilo para desarrollar sus historias. Colombia tiene una cantidad de historias para contar de todo tipo, es un campo muy fértil”.

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