Juliana Paniagua es una gestora cultural colombiana que este año se desempeñó por primera vez como directora del Festival de Cine Verde de Barichara (Festiver), un evento que busca remarcar la relación entre el mundo audiovisual y el medio ambiente. Para ella, el cine verde constituye una forma de expresión artística que abarca todo un abanico de producciones y que puede tener un impacto positivo en la sociedad.

“Lo definimos como todo el contenido que habla sobre la relación entre el hombre y su entorno, este puede reflejar diferentes manifestaciones de la naturaleza, como la selva o el campo, pero también puede ser la ciudad y las fronteras que hay entre el entorno rural y el urbano” explicó. En su visión, este concepto da cabida a “todo tipo de géneros y formatos con enfoque ambiental” como el cortometraje, el largometraje, el documental, las series, la ficción, la animación y lo experimental.

Aun así, reconoció que por el momento esta concepción está principalmente ligada a la narrativa de las realizaciones: “es solamente la temática, porque el tema de la producción todavía está muy crudo; las prácticas amigables con el medio ambiente todavía no son algo generalizado. De todas maneras (en Festiver) hemos conocido películas y contenidos que tienen estos lineamientos de producciones respetuosas con el entorno y estos siempre son bien recibidos. Hemos tenido también profesionales hablando de producción verde, pero creo que es un tema que aún hace falta que se desarrolle y se popularice en el mainstream de la producción” aseguró.

Del mismo modo, recalcó que uno de los criterios de la curaduría de su festival es explorar diversas perspectivas, no solo en cuanto al formato, sino también respecto a las problemáticas que se plantean y mencionan. “Buscamos que las películas logren hacer al público consciente del poder individual del cambio para afrontar un problema tan grande como el cambio climático, tenemos un caleidoscopio diverso de temas e historias” aseveró.

En ese sentido, destacó la existencia de obras como Pax americana, una película del francés Denis Delestrac que ilustra la cantidad de desechos espaciales que abundan en la órbita terrestre y cómo estos afectan los satélites que guían las telecomunicaciones del planeta.

Por otro lado, comentó que este tipo de cine no es comercial y espacios como Festiver son los únicos puentes que hay para llevarlo al público. “Estos contenidos no son populares porque justamente tratan temas delicados, que nos muestran partes de nosotros que no queremos ver o admitir. No es fácil enfrentarnos a nuestros problemas, culpas y responsabilidades. Yo siento que la gente quiere participar de los contenidos audiovisuales de una manera más evasiva” afirmó.

De todos modos, resaltó la importancia de contar estas historias: “Es una herramienta de cambio para educarnos, la idea de iniciativas como nuestro festival es que la gente se vaya con la idea de que pueden hacer algo para transformar para su realidad y su entorno” concluyó.