Para este director mexicano todo comienza con poesía. Estudió Cine en Buenos Aires, Argentina, luego se mudó a Nueva York donde descubrió su adicción a la sopa de pato (el platillo, no la película). Regresó a México para vivir en Baja California Sur, al estilo Hemingway. Sobrevivió a un huracán, adoptó un perro, regresó a la Ciudad de México y comenzó a hacer comerciales y contenidos publicitarios. Siempre quiso encontrar su propio estilo, así que comenzó a mezclar metáforas, narrativas enigmáticas y potencia visual. Ha tenido la fortuna de haber trabajado con marcas globales como Corona, Facebook, Uber, Aeroméxico y Google. En 2021 fue nominado a Mejor Nuevo Talento por El Ojo de Iberoamérica y en 2022 ganó dos Grand Prix en Cannes Lions.
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