Zasha Robles de Spiral: Toda la sangre es una historia que conecta con la cultura milenaria de México

El elenco principal —Aarón Díaz, Ana Brenda Contreras, Yoshira Escárraga, Antonio Trejo Sánchez y Clementina Guadarrama— de Toda la sangre (10×60’), coproducción de Pantaya, STARZPLAY, Spiral International y Fremantle México, junto al productor ejecutivo y showrunner Zasha Robles, de Spiral International, y los dos directores de la serie, Luis Prieto y Hari Sama, dieron el claquetazo oficial durante una rueda de prensa virtual.
 
Robles señaló que la serie, que saldrá por Pantaya en EE UU y Puerto Rico y STARZPLAY en México y el resto de Latinoamérica, tomará 14 semanas de grabación en la Ciudad de México. FremantleMedia tiene la distribución internacional fuera de EE UU y Latinoamérica y llevará a cabo todas las ventas y sublicencias en el resto del mundo. La serie se basa en el tercer libro —Toda la sangre— de la saga de cuatro libros del escritor Bernardo Esquinca, quien ya anunció que trabaja en un quinto libro.
 
La serie está escrita por el headwriter Rodrigo Ordóñez (Esto no es Berlín) junto a Santiago Roncagliolo, Natalia Mejía y Alejandro Gerber Bicecci. “Este grupo de escritores ha estado trabajando muy duro durante los últimos 18 meses para entregarnos una historia de diez episodios” destacó Robles.
 
Robles explicó que estaban buscando una historia que los conectara con México, que no tratara los temas de narco ni la violencia, sino de llegar al corazón del mexicano a través de su cultura milenaria y de las desmitificación del mundo sangriento de los sacrificios aztecas. “Son pocos los que tienen una historia de 5 mil años como México” apuntó.
 
Prieto, quien dirige el primer bloque de la serie (del capítulo 1 al 5), dijo que la serie explora un lenguaje visual y narrativo que no se había hecho en México antes. “Es un viaje muy bonito del que todos estamos disfrutando” dijo.
 
Sama, director mexicano, a cargo del segundo bloque (del episodio 6 al 10), indicó que todo el equipo ha filmado en el centro histórico de México, que muestra otro rostro de la ciudad, “juega mucho con la superficie y el sub-fondo de México, abre el diálogo de quiénes somos los mexicanos. Es un viaje muy gozoso”.