TELEVISIÓN

CNTV de Colombia adjudicó espacios en Canal Uno

9 de octubre de 2003

Marcela Tedesco

CNTV de Colombia adjudicó espacios en Canal Uno

La Comisión Nacional de Televisión (CNTV) adjudicó espacios de televisión para el nuevo Canal Uno, que entrará en operación en enero del 2004 y se extenderá por los próximos 10 años. El proceso licitatorio fue acompañado en sus diferentes etapas por el Instituto Anticorrupción de la Universidad del Rosario y por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional, que realizó el estudio económico que sirvió de base para fijar las tarifas. Esta adjudicación implica que cuatro consorcios (cada uno con el 25% de los espacios y el mismo porcentaje en horario estelar y noticieros) serán los encargados de programar el nuevo canal: NTC con Colombiana de TV, Programar con RTI, Jorge Barón con Sporsat y CM&. El canal arranca con bajos índices de sintonía y deficiencia en la cobertura de la señal. En ese marco, los flamantes concesionarios tienen previsto reunirse con cableoperadores de las 20 ciudades que mide Ibope para solucionar los problemas técnicos que impiden la buena recepción de la señal. La presencia de decodificadores, moduladores y otros elementos técnicos allanaría el camino para que el primer día de enero los cableoperadores reciban la señal del satélite y la entreguen a sus abonados.También los adjudicatarios quieren trabajar unidos. Además de generar un cambio de imagen del canal, analizan la conformación de un centro de noticias conjunto (aunque con equipos periodísticos y directores diferentes) y de una comercializadora para todos, que podría ser GLP, del grupo español Prisa, que ya hace ese trabajo para la revista Cambio y Caracol Radio.Mientras todo este proceso toma cuerpo, los canales privados parecen preocupados. Hace un mes, Caracol y RCN enviaron una carta a la CNTV en la que expresaban sus inquietudes, pues consideran que pagaron una concesión a 10 años (US$95 millones cada uno) para tener ventajas, pero que ahora puede peligrar con el actual esquema de la licitación. Incluso han planteado renunciar a sus exclusividades si los concesionarios de Canal Uno también pagan lo que ellos han cancelado. Lo que no quieren es que, a la hora de programar y comercializar, la nueva emisora actúe como si fuera un canal privado.