Lorena E. González, actriz y productora; René Bueno, director y Jaime Aymerich, actor y productor de Lo que dice el corazón
La nueva película mexicana Lo que dice el corazón, que estrenó el pasado jueves 10 en cines, entrelaza dos realidades sociales complejas: El autismo (uno de cada 100 niños en el mundo está dentro del espectro autista de acuerdo con datos de la OMS en 2024) y la trata de personas en una historia que busca conmover y concienciar. En entrevista con Jaime Aymerich (actor y productor), Lorena E. González (actriz principal) y René Bueno (director), compartieron los detalles de esta arriesgada apuesta cinematográfica, producida por Hispana de Producción, Aymerich Entertainmet y apoyada por Farmacias Similares.
Aymerich relató que este proyecto comenzó “hace 15 años cuando recibí el guión de Enrique Torres, un escritor argentino con quien ya había trabajado antes. Cuando mi esposa Carolina y yo lo leímos, supimos inmediatamente que era especial. El guión tenía esa rara combinación de emociones fuertes y temas importantes que pocas veces se ven juntos en nuestro cine. Nos costó trabajo levantarlo precisamente por tratar estos temas tan delicados, pero valía la pena el esfuerzo” y agregó que el guion fue leído por Bueno y posteriormente llegó a manos de González.
Para E. González era fundamental abordar temas que normalmente no se ven en el cine comercial mexicano: “Queríamos hacer algo diferente, algo que realmente importara. El autismo y la trata de personas son realidades que afectan a miles de personas, pero que pocas veces se tratan con la profundidad que merecen. Nuestra meta era doble: por un lado, sensibilizar a la audiencia sobre estas problemáticas; por otro, marcar un precedente en la industria, demostrar que se pueden contar historias distintas, con sustancia y relevancia social”.
Y enfatizó: ”No se trata sólo de entretener, sino de usar el poder del cine para abrir diálogos, para hacer visible lo invisible. Cuando fusionamos estos dos temas en una sola narrativa, creamos una oportunidad única para que el público conecte emocionalmente con realidades que quizá no conozca de cerca. Esa conexión emocional es lo que puede generar verdadero cambio”.
En tanto, el director René Bueno, compartió su visión sobre el proyecto desde el lado artístico, considerando que ”desde el principio tuve muy claro que, al tratar temas tan fuertes, la película necesitaba un tratamiento visual especial. Tenía que ser hermosa a la vista, porque ese contraste entre la belleza de las imágenes y la dureza de los temas crea una experiencia cinematográfica única. El objetivo era hacer que estos temas difíciles fueran accesibles para el público masivo, que la gente saliera conmovida pero también informada”.
Para la realización de esta cinta, se llevó a cabo una exhaustiva investigación sobre los temas, además de trabajar con profesionales en autismo y en trata de personas, en donde “descubrimos que tantos mitos y malentendidos alrededor de estos temas… Por ejemplo, con el autismo, la gente tiene ideas muy limitadas de lo que significa. Esta película es nuestra manera de contribuir al diálogo” añadió el director.
Sobre la elección de Tijuana como locación principal, Bueno detalló que esta “es una ciudad fascinante, llena de contrastes. Por un lado, tiene esta energía vibrante, esta mezcla cultural increíble. Por otro, es la frontera más transitada del mundo, y con eso vienen problemas complejos como la trata de personas”, ahí filmaron durante cuatro semanas.
Su protagonista, Lorena E. González profundizó en su proceso de preparación: “Yo venía trabajando con la Fundación Sin Trata desde hace años, pero para este papel profundicé aún más. Tuve conversaciones largas y difíciles con sobrevivientes, escuché sus historias con atención y respeto. Fue esencial para mí honrar sus experiencias. Invitamos a la fundación a darnos talleres de sensibilización, porque queríamos evitar los clichés y las representaciones superficiales que a veces se ven en el cine”.
Sobre la distribución, Aymerich compartió: “Estamos estrenando en México y ya tenemos conversaciones para llevarla a Argentina. Nuestro sueño es que llegue a toda Latinoamérica y más allá. Ya tenemos confirmación en varios festivales, y estamos explorando opciones en plataformas y televisión, porque el mensaje de esta película merece llegar al público más amplio posible”.
“Esta no es sólo una película, es una conversación que queremos iniciar. Por eso creamos el hashtag #LoQueDiceElCorazón – para invitar a la gente a compartir sus reflexiones sobre cómo podemos construir una sociedad más inclusiva y compasiva. Al final, eso es lo que importa: usar el poder del cine para unir corazones y cambiar perspectivas”, concluyó el director.
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