La Fiscal de Hierro sigue los pasos de Silvana Durán, una mujer que ha jurado dar captura al que supone es el responsable de la muerte de su padre Diego Trujillo, uno de los capos del narcotráfico más peligrosos del país. Silvana comienza a trabajar como fiscal, y se casa con Ernesto Guarín, un prestigioso policía que termina imposibilitado para caminar a raíz de un atentado provocado por Trujillo, el día de matrimonio de la pareja. Con más motivos para hacer “justicia”, Silvana es ascendida a directora de antinarcóticos y en compañía de su hermano Argemiro -a quien infiltrará en la organización de Trujillo- estará a punto de capturar al capo del narcotráfico. Sin embargo, con lo que Silvana no cuenta es que su propio hermano, dejándose llevar por la codicia y las faldas de una mujer, llegará a traicionarla, poniéndose de parte de su peor enemigo. Enfrentada no sólo al capo de capos, sino también a su propia sangre, Silvana acabará buscando refugio en Joaquín Muñoz, teniente de la policía y escolta de la fiscal, quien le roba el corazón
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