TELEVISIÓN

Gabriel Cañas: Me gustaría que Generación 98’ abra conversaciones sobre la injusticia y la impunidad

7 de junio de 2023

Marcela Tedesco

Gabriel Canas Actor Generacion 98

¿Qué
consecuencia trae la impunidad? ¿Una víctima que hace justicia se convierte en
victimario? ¿Es justicia o es venganza? Estas son algunas de las preguntas que dispara
la historia de Hernán “Chico” Olmedo, personaje central de la teleserie de Mega
Generación 98’, interpretado por Gabriel Cañas.

 

Olmedo
fue víctima de bullying en el colegio y la injusticia quedó sin reparación alguna.
Hoy está felizmente casado, es padre de dos niños, tiene una personalidad ganadora
y llamativa y es un perfecto arribista, algo que no disimula. Un reencuentro
con su grupo de excompañeros de curso lo reunirá con quienes lo victimizaron y
despertará su sed de justicia.

 

“¿Si Hernán Olmedo hace justicia por lo que le sucedió
es víctima o victimario? Creo es una duda polémica que podemos amplificarla a muchos
hechos históricos, sobre todo en Latinoamérica luego de dictaduras, cuerpos
desaparecidos y un sinfín de injusticias que siguen impunes y que cuando
aparece la sed de justicia es llamada incitación a la violencia obviando la violencia
previa que fue cometida” subraya el actor Gabriel Cañas.

 

Agregó que, para sobrevivir al bullying, el personaje ha
generado muchas máscaras, eso le ha otorgado capacidad empática, conocimiento
del ser humano y hermenéutica (la posibilidad de traducir a un otro), lo que lo
convierte en un personaje manipulador y muy peligroso. También es un personaje con
energía, voluntad, alegría y sociabilidad.

 

Para construir al personaje Cañas ha navegado en
lecturas y visionado de películas y documentales para estudiar a los grandes estafadores
de la historia retratados por el cine y también a los grandes estafadores chilenos.
Eligió al estafador chileno Alberto Chang y las interpretaciones de Leonardo Di
Caprio en Atrápame si puedes y de Jim Carrey en I love you Phillip Morris en cuanto a personajes encantadores, mentirosos y manipuladores. Pero
su referencia mayor ha sido el mito griego de Hermes, dios de los ladrones y estafadores.
“Este mito me ha traído mucha información y referencia significativa para la construcción
de este personaje: la hermenéutica y un sinfín de derivados filosóficos, técnicas
e historias” precisó Cañas.

 

Investigando referencias, Cañas se encontró con un
concepto que le gusta aplicar a su personaje: “Las últimas cosas que el hombre
olvida son su madre y las injusticias. Vale decir que la venganza también es
una forma de supervivencia del hombre y que al parecer es parte de lo que nos
ha hecho ser lo que somos como civilización. Me parece un tema superinteresante, difícil de abordar y que abre muchas preguntas y reflexiones que
me gustaría poder poner en la conversación de todos los espectadores de esta
teleserie” dijo el actor.

 

Respecto de los desafíos de la interpretación comentó:
“Cómo es un personaje manipulador, el principal desafío es darle siempre a los
otros lo que quieren, tanto a los personajes como a los actores y actrices. Cuando
entro a una escena pienso qué quiere ese personaje del mío y lo concedo y lo
cedo, y cuando estoy en el set pienso qué y cómo quiere ese actor o actriz que
yo actúe para él y se lo concedo. Y desde ese ceder el espacio de la actuación,
manipulo. Eso es lo más complejo porque tiene que ser un trabajo fino para no
ser petulante ni falso ni excesivamente humilde. Cedo mi estatus, empatizo y
luego manipulo”.

 

Cañas recuerda 1998 como un año emancipatorio, en el
que entró a su juventud, descubrió su música, su forma de vestir y tomó decisiones
en cuanto a su personalidad. Algunas vivencias de su vida de estudiante lo
ayudan a construir un personaje que debe esconder quién es realmente: “Estudié
en un colegio católico de un pueblo pequeño de familias conservadoras y como
soy homosexual tuve que esconder quién era yo. Es algo que también vive Hernán
Olmedo, no por su sexualidad sino por su procedencia de clase, él vivió el
mismo fenómeno de ser convertido en un enemigo dentro de iguales. Esa invención
del enemigo es algo que, si bien es natural en las sociedades, genera que
quienes sufren esta marginación acumulen rabias, odios y emociones que si no
son tratadas pueden generar problemas de la configuración de lo que uno será en
el futuro” apunta.