TELEVISIÓN

Cineasta Guillermo del Toro: En la animación mexicana hay un gran talento y el apoyo estatal ha mejorado con el tiempo

20 de junio de 2022

Vanessa Maldonado

Guillermo del Toro director de Pinocho

En sus últimos días de actividad, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en su edición 37 recibió vía remota al cineasta mexicano Guillermo del Toro, quien habló del papel que está jugando la animación mexicana en el mundo y dio a conocer detalles de su más reciente proyecto, Pinocho, la cual estrenará en diciembre próximo en la plataforma Netflix.
 
“Desde hace 15 años tenía el objetivo de darle alma a Pinocho, pero en esta ocasión será un muñeco de madera que sí puede desobedecer y salirse de las reglas establecidas. Me interesaba que no fuera a favor de las buenas costumbres” comentó, y agregó que es una cinta filmada en stop motion con talento tapatío detrás, incluyendo a Estrella Araiza, directora del FICG, quien fue supervisora de producción y coordinadora en el Taller del Chucho.
 
Dijo no creer en esa transformación que se ha abordado en versiones anteriores de Pinocho, en donde dicen que si te transformas en niño de carne y hueso, entonces eres verdadero, “yo creo que para ser quién eres, no tienes que traicionar tu naturaleza”.
 
Desde que era muy joven, Del Toro se introdujo en animación en stop motion en Guadalajara con su cámara super-8, junto con su amigo Rigoberto Mora. Fue desde entonces y más cuando dirigió El laberinto del fauno que se hizo la promesa de volver a la animación, y ese regreso le costó 15 años.
 
Él deseaba que Guadalajara fuera parte de la producción de Pinocho, porque considera a la nueva generación de animadores como artistas. Es así como en el Taller del Chucho (estudio de animación que impulsa el talento de la mano de la Universidad de Guadalajara) se filmaron minutos de la producción y Del Toro aseguró que quedaron fantásticos, que le encantaron.
 
“Nos costó mucho que fuera en Guadalajara una parte de la producción, fue una capacitación larga, pero los personajes como Pinocho y El Grillo fueron tocados por manos mexicanas” aseguró el cineasta.
 
Lo más especial en el proyecto para Guillermo del Toro fue reconectar el vínculo con Rigoberto Mora y la nueva generación de animadores. Mencionó que la animación en México es un punto de cambio por el talento que hay y el apoyo estatal que ha mejorado con el paso del tiempo.
 
Él mantiene una muy buena relación personal con los siete fantásticos animadores mexicanos, como los nombra, quienes son: René Castillo, Luis Téllez, León Fernández, José Medina, Rita Basulto, Sofía Carrillo y Karla Castañeda, quienes —dice— hacen poesía con la animación.
 
Lo que logró en Pinocho junto con Mark Gustason es arte, porque pintaron una realidad que jamás existió. Dieron alma, muy al estilo Del Toro, a este filme.
 
“La técnica es muy sencilla de explicar, pero es increíblemente difícil por su movimiento y a nivel secundario crear esa personalidad, como ejemplo, 24 cuadros para un solo segundo. El animador es un espía de otro planeta que está mirando cada movimiento, cada accidente que tiene que recrear la animación, es una técnica complicadísima” comentó el ganador del Oscar.
 
La película se filmó con 20 animadores y en más de 60 sets al mismo tiempo, la mayoría en Canadá y otros más en Guadalajara.
 
Expresó su intención de que la audiencia se conmueva con Pinocho, sobre todo por el nivel personal que tiene para él, por los temas como la vida, la muerte y el amor, la analogía entre el títere y el humano.
 
Posterior a este enlace, el cineasta anunció que México será el país invitado en el próximo Festival de Animación de Annecy, en Francia, que se celebrará en 2023.