Nicandro Díaz productor de Televisa: Mi fortuna es amarte es una historia urbana grabada 55% en locaciones y 45% en foro

Mi fortuna es amarte (87×60´) es el nombre de la producción de Nicandro Díaz que estrena el 8 de noviembre a las 8:30pm, para sustituir Vencer el pasado en Las Estrellas. Es una historia original de Luis Felipe Salamanca, que fue emitida por primera vez en Caracol, con el nombre La quiero a morir.

La novela aborda la historia de Natalia Robles (Susana González) y Vicente Ramírez “Chente” (David Zepeda), quienes sufren situaciones que les cambian la vida. Natalia (de una posición social alta) pierde todo, cuando su esposo la deja por su mejor amiga tras 20 años de casados y sin dinero, y Vicente (de extracción popular) es víctima de un fraude, que también lo deja en una situación económica muy complicada. Ambos deben vivir en la misma casa, con lo cual la relación pasará por un sube y baja de emociones.

“De costumbres y posiciones económicas distintas, tanto Natalia como Vicente son buenas personas con valores sólidos. Se trata de una producción con un mensaje que, en este momento complejo de pandemia, me parece relevante, porque destaca la importancia del amor y de otros valores por encima de lo material” dijo Díaz, productor ejecutivo.

Adaptada por Juan Alberto Alcalá, inició grabaciones el 11 de agosto que se extenderán hasta enero. Se trata de una historia urbana, grabada 55% en locaciones y 45% en foro, en Ciudad de México principalmente, aunque probablemente realicen algunas escenas en un país del Caribe. “Estamos trabajando en locaciones, porque queremos que se perciba el sonido de la ciudad, el ambiente de la calle” dijo, tras apuntar que muchas escenas se realizan en la Colonia Portales.

Además de Susana González y David Zepeda actúan como antagonistas Sergio Sendel (Adrián Cantú Garza); Denia Agalianu (Verónica Alanís Gómez) y Michelle González (Olga Pascual Chávez). Asimismo, participan Chantal Andere, Carmen Salinas, Luis Felipe Tovar, Omar Fierro, Lisset, Ana Bertha Espín, entre otros.

Como línea de comunicación el mensaje del melodrama es: “No importa la clase social… La felicidad y la tristeza se viven por igual”.