Silvana D’Angelo trabajó con Walter Sequeira hace más de dos décadas en Artear y lo recuerda como alguien muy especial, un niño adulto en una mente brillante.

“Era un profesional ético, responsable y metódico con una capacidad enorme de divertirse y jugar. Amante de los Beatles, sabía muchísimo tanto de música como de cine y televisión. De hecho, fue quien adquirió la primera telenovela turca en Argentina, lo que no deja duda de su gran visión. No tenía hijos, pero estaba lleno de ahijados, muchos hijos de quienes trabajaron con él. Hacía de su entorno laboral una familia, y compartía todo lo que tenía con los que consideraba sus amigos. Era muy generoso, recuerdo que era fanático de El fantasma de la ópera y cuando fui a Broadway me regaló de sorpresa un ticket en primera fila para ver la obra como él la disfrutaba. Así era capaz de comprar dos filas enteras de una comedia musical para repartir entre sus afectos. Gestos que hacen a nuestra vida más mágica. Cuando alguien se va es lo que los hace recordables. Se lo va a extrañar” contó Silvana.