18 de abril de 2008

Mujer de la semana

Melisa Quiñoy, CEO de Dieste, Harmel & Partners
Quiñoy: Que seamos una agencia hispana debe ser in

Recientemente Melisa Quiñoy fue designada CEO de la agencia hispana Dieste, Harmel & Partners. Venía de desempeñarse como VP ejecutiva de Viacom Brand Solutions (VBS) Europa. En dicho cargo, la ejecutiva manejó de manera panregional y multiterritorial las relaciones con los clientes globales de la cadena basados en Europa. Estas responsabilidades, abarcaban las marcas de MTV y Nickelodeon en Europa, así como también diversas plataformas y servicios de telecomunicaciones.“Siempre sentí gran curiosidad por entender como se establecía la relación entre las marcas y los consumidores. Por esa razón, opté por tomar la carrera de mercadotecnia y dedicarme a la publicidad”. A su paso por la industria publicitaria Quiñoy trabajó para EURO RSCG, Foote, Cone & Belding y Lowe & Partners. Nabisco, Unilever, Pepsi y L’Oreal, son algunos de los clientes que ha manejado.La ejecutiva opina que, “la publicidad tiene el deber de informar y entretener. A su vez, tiene que ser responsable y respetuosa con el consumidor y he dedicado mi carrera a la búsqueda y ejecución de ese balance”.Para Quiñoy la publicidad dirigida al mercado hispano debe ser mucho más sofisticada, en función a los cambios que vive el segmento. Para ella, el crecimiento del mercado está desplazándose más allá de los medios tradicionales por eso, “este es un momento muy interesante para el mercado publicitario ya que hay nuevos retos que enfrentar”.A su juicio: “La comunicación publicitaria tiene que ser más amplia y abarcar todas las posibilidades para estar presente e interceptar al consumidor de manera relevante y pertinente dentro de cada elemento de su vida”.Sobre sus metas profesionales Quiñoy refirió: “Mi liderazgo de la agencia se enfocará en dos áreas en particular. La primera será tener un conocimiento profundo del consumidor que nos ayude a anticipar sus necesidades y que sirva de base para toda nuestra comunicación. La segunda, tener los procesos necesarios para cerciorarnos de que la creación de ideas se origine y funcione sin importar las disciplinas o vehículos de comunicación y sea ejecutada a la perfección”.