TELEVISIÓN

Argentina presentó la compañía satelital AR-Sat

27 de agosto de 2004

El presidente Néstor Kirchner durante la presentación de la empresa satelital, en agosto pasado

(Ezequiel Iacobone, Buenos Aires) El Estado argentino presentó el pasado viernes la nueva Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (AR-Sat).El emprendimiento contempla la construcción de 2 satélites en tándem, con una inversión estimada en US$226 millones -entre confección, lanzamiento, seguros y gastos generales- que deberían ser aportados, en su mayor parte, por el sector privado.En la presentación, realizada en el histórico Salón Blanco de la Casa Rosada (Casa de Gobierno), estuvieron presentes el Presidente de la Nación, Néstor Kirchner; el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido; el ministro de Defensa, José Pampurro; y el secretario de Comunicaciones Mario Guillermo Moreno, además de varios legisladores nacionales, empresarios y embajadores acreditados en el país.Según anunció el ministro De Vido, a pesar de que esta empresa deberá estar conformada mayormente por capitales privados, el Estado se reservará el derecho a veto en las decisiones, lo que se conoce como “acción de oro”. En cuanto al capital accionario, el funcionario señaló que se ofertarán acciones de tipo B al sector privado, a través de un proceso de licitación, y de tipo C para ubicar en oferta pública en la Bolsa de Valores.Entre las empresas que ya adelantaron su participación en el proyecto se puede contar al Grupo Clarín y Aeropuertos Argentina 2000.A su vez, un grupo de cooperativas analiza participar con un aporte de US$1 millón. También la provincia de Santa Cruz adelantó que adquirirá acciones tipo C.Asimismo, el Gobierno está gestionando ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) una prórroga en la reserva argentina sobre la posición orbital 81º Oeste, que vence el año próximo.”Debíamos trabajar contra reloj porque la posición satelital que no es ocupada en tiempo y forma se pierde. Esta posición orbital ilumina prácticamente todo el continente latinoamericano, de allí su alto valor estratégico que la hace inmensamente codiciada por operadores privados, instituciones públicas y otros países”, remarcó De Vido.Con respecto a los satélites se informó que serán construidos en la Argentina, aprovechando la experiencia y las capacidades industriales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), la empresa Invap, la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), y las universidades nacionales vinculadas al sector.Los dispositivos tendrán un peso de 900 Kg, una vida útil de 12 a 15 años y una potencia generada de 3,5 Kw. El plazo previsto para la ejecución de las obras es de 44 meses, a partir de octubre próximo fecha fijada para el inicio del proyecto.En su discurso, De Vido también remarcó que se está analizando la posibilidad de incorporar inversores de Venezuela y Bolivia para “profundizar la alianza estratégica iniciada con Petrosur”.A su turno, el Presidente Kirchner destacó el significado del “proyecto de inversión satelital en el campo de las comunicaciones para el desarrollo tecnológico y como política estratégica no sólo de Argentina, sino de la intercomunicación y de alianza estratégica con otros países hermanos”.En el gobierno nacional -dijo- vamos a seguir trabajando para consolidar la inversión y la correcta relación en el trabajo. Para poder devolver la rentabilidad perdida a todos los sectores y también la capacidad paulatina del poder adquisitivo de quien conforma la masa trabajadora”.Argentina tiene asignadas 2 posiciones orbitales: 71,8º Oeste y 81º Oeste, otorgadas a la empresa Nahuelsat, que en 1997 puso en órbita el primer satélite argentino: el Nahuel I.Nahuelsat presentó en 1999 un proyecto para construir y poner en órbita otro satélite, pero la inversión necesaria de US$200 millones nunca pudo ser efectivizada.El 19 de agosto, el gobierno argentino le quitó a Nahuelsat la adjudicación de la posición de 81º Oeste, por considerar que el país corría el riesgo de perder este espacio orbital.