TELEVISIÓN

Lucas Mirvois de La Maldita Entertainment: La mayor transformación está en los contenidos

18 de noviembre de 2015

Maye Albornoz

Lucas Mirvois, director creativo y socio de La Maldita Entertainment

Lucas Mirvois, director creativo de La Maldita Entertainment, compartió con PRODU su opinión sobre la experiencia de producir contenidos exclusivos para ambientes digitales.¿Cuáles son los encantos de producir ficciones para Internet?Las ficciones para Internet permiten trabajar con mayor libertad creativa. Se puede arriesgar más, porque los costos de producción son menores y a la vez no se depende de la aprobación de un canal de emisión. Se pueden financiar en forma independiente, con inversores privados o a través de crowdfunding, emitirlos en una plataforma gratuita y si el contenido genera una audiencia, las posibilidades de comercialización y distribución son enormes. No se puede innovar y experimentar, sin arriesgar y estar dispuesto a fracasar. El riesgo que implica estrenar un contenido y que fracase, es muy distinto en una serie web y en la televisión tradicional. Las inversiones son muy diferentes y la cantidad de personas y empresas involucradas también. “Riesgo” es una palabra poco común en la televisión tradicional.¿Cómo es el futuro de las producciones tradicionales?, ¿se dará una migración o pueden convivir ambas?No creo que el cambio pase por la plataformas de consumo, la mayor transformación está en los contenidos. El público hoy elige qué quiere ver y que no, porque hay muchos más canales y plataformas para encontrar contenidos que le gusten, entonces el desafío de los canales es producir contenidos originales, innovadores, diferentes. Hace una década, los canales podían poner al aire lo que ellos quisieran y como el público no tenía otra alternativa, lo veían igual. Hoy (y cada día más) el rating demuestra que si una serie no gusta, el público no la mira. Las plataformas van a convivir, la pregunta es qué series va a emitir cada una para que el público las elija. Creo que el cambio ya se está viendo en la televisión tradicional: guionistas y directores de cine haciendo televisión, series webs que tienen éxito en línea se adaptan para televisión y cada vez más se ven historias diferentes y formatos más arriesgados, con aciertos y fracasos, por supuesto.En las ventas publicitarias, ¿se puede comparar el impacto de las series web con el que logran las producciones de televisión tradicional? La televisión tradicional sigue dominando la pauta publicitaria. El presupuesto de pauta en línea está creciendo a toda velocidad, pero empezó tan abajo que todavía falta para que compita con la televisión. En la actualidad la están aprovechando más los canales de televisión, ofreciendo una pauta integral. Aún se está dando un gran proceso de adaptación entre agencias, anunciantes, canales, plataformas y creadores de contenidos.¿Qué tanto ha recorrido LatAm en el camino de las series web?Creo que como sucede en general en Latinoamérica, no tenemos cantidad, pero sí calidad. La creatividad latinoamericana siempre se destaca y creo que en especial cuando hay que trabajar con bajo presupuesto y resolver de forma creativa, es un desafío al que estamos acostumbrados.¿Las series web solo quieren atraer al público más joven o pueden tener un enfoque más amplio?Nuestra experiencia con Según Roxi demuestra que las series web no son exclusivas de los jóvenes. El target principal de Según Roxi son mujeres de 25 a 45 años, que quieren elegir en qué momento ver los episodios, volver a repetirlos, que disfrutan compartiendo en redes sociales con el personaje y entre ellas y que, a través de la serie, pueden intercambiar historias y compartir experiencias. Creo que esa necesidad de libertad y de conexión no tiene edad. Los millennials pueden tener más facilidad (y más tiempo) para consumir contenidos en línea, pero eso no significa que sean el único público al que podemos apuntar. Hoy los adultos de 40 a 80 años participan activamente en redes sociales, tienen tablets, navegan en Internet y consumen contenidos en plataformas digitales. A medida que Internet y la tecnología sean más accesibles para todos, cualquiera podrá consumir contenidos en línea, porque la mayor limitación hoy no es la edad, sino la posibilidad de acceso.