Para Luis Estrada fue un reto ser fiel al tono de Ibargüengoitia en Las muertas, serie de Netflix

El director Luis Estrada buscó mantenerse fiel a la esencia del libro de Jorge Ibargüengoitia en la serie Las muertas que estrena este 10 de septiembre en Netflix. Tanto en la profundidad y en la dimensión ética al abordar el caso (conocido en México como Las Poquianchis), como en el tono de la sátira y de la comedia de la historia original.

“El gran reto fue capturar el tono de Jorge Ibargüengoitia. Una sátira, que no llega a niveles de caricatura ni de farsa, y que la mantiene en un tono que permite darle verosimilitud a la historia. Además, la estructura, en la que va dando diferentes voces, usando en algunos casos relatos, en otros testimonios, en otros entrevistas. Él pudo combinar todos estos géneros -en ocasiones periodísticos- para crear esta historia”, explicó Estrada a PRODU.

30 AÑOS PARA CONSEGUIR HACER LAS MUERTAS

Estrada confiesa que conseguir los derechos de Las muertas se había convertido en una obsesión en su vida, (“desde que la leí, quise filmarla”) y siempre pensó en hacer una película. Pero junto a Netflix, afirma, encontró el mejor formato. “Creo que este lienzo enorme de personajes, de lugares y de eventos que narra Ibargüengoitia, con estos diferentes puntos de vista, se prestaban para hacer una narración que permitiera que el espectador se involucrara mucho, y se dejara de llevar por estos personajes en un arco que creo que está muy bien trazado tanto en la novela como en la serie”, explicó.

Más de 30 años le tomó a Luis Estrada concretar su sueño de adaptar Las muertas. El que su padre, José Estrada, también cineasta, llevara a pantalla otra obra de Jorge Ibargüengoitia (Maten al león), fue incentivo para empeñarse en hacer esta historia.

Es así como Luis Estrada se enfrentó a hacer su primera serie. Sin embargo, no lo hizo del modo convencional. Fue grabada a una unidad, como si fuera cine y cada capítulo tiene el tratamiento de una pequeña película. Estrada está al frente de la dirección de todos los capítulos, que además se trabajaron de forma muy artesanal. Una tarea titánica, que permitió realizar estos seis episodios en 21 semanas de rodaje, con un elenco de 150 actores, más de 5 mil extras, en 220 sets construidos en locaciones de Veracruz, San Luis Potosí y Guanajuato y tres foros de los Estudios Churubusco.

VER AL PAÍS A PARTIR DE UN EVENTO

El lenguaje de Luis Estrada es la sátira política. Netflix tiene en su catálogo toda la obra de Estrada, desde La Ley de Herodes, Un mundo maravilloso, El infierno, La dictadura perfecta y ¡Qué viva México! En Las muertas la sátira y la crítica política son también protagonistas.

“Creo que Jorge Ibargüengoitia lo maravilloso que consigue es tomar un hecho muy sórdido de la vida real, histórico, que fue la historia de las Poquianches, las hermanas Hernández Valenzuela y él -un poco escandalizado por el tratamiento que le dieron algunos medios de la época, que de forma muy amarillista lo sacaron de proporción-, cuenta una historia sobre un momento histórico, sobre un país y sobre sus instituciones. Y puede darle un carácter de profundidad, de dimensión ética y moral. Creo que en Las muertas, en esencia, el gran tema es la maldad. Todos estos personajes, e incluso las víctimas, cuando tienen la oportunidad de vengarse, asumen un rol casi de verdugos”, explicó.

Las hermanas Baladro manejan un próspero negocio de prostíbulos y trata de personas en México, en los años 60

En Las muertas se narra el ascenso y caída de las hermanas Arcángela y Serafina Baladro, quienes construyeron un impero de burdeles en el México de los años 60, y tras una serie de muertes -y cadáveres que se van descubriendo-, son consideradas como las primeras asesinas seriales de México. Pero en los entretelones de la historia, ocurren la corrupción, la doble moral y la forma de operar del poder en sus diferentes formas e instituciones.

NARRAR CON PUNTOS DE VISTA

Explicó Estrada que Ibargüengoitia tuvo acceso a los expedientes de los juicios, y a sus diferentes testimonios. “Por eso dije: hay que usar esos recursos que están sugeridos en la novela, pero para plasmarlo hay que hacer esta especie de reconstrucción cuasi periodística de un evento que tuvo un impacto enorme, porque fue un escándalo. La transformación que Jorge hizo no es solamente la suma de puntos de vista -a lo cual, se suma mi punto de vista particular- sino de cómo darle este tratamiento para que tuviera verosimilitud. Ni siquiera es tratar de que sea realismo, sino de que cada uno de los personajes tengan esta carga simbólica de representar algo más que así mismo dentro de la narración”.

Alfonso Herrera es Simón Corona, el hombre del cual se enamora Serafina Baladro (Paulina Gaitán)

Las muertas parece narrarse desde el punto de vista de un gran reportaje o documental. Como si fuera un true crime, aunque es ficción. Quizás por ello, a pesar de la estravagancia de la historia, prevalece la veracidad. O como suele decirse, “a veces la realidad supera a la fantasía”.

Estrada construye la geografía del universo novelado por el escritor guanajuatense, con lugares que no existen, en una historia desmesurada como la misma realidad, llevándo un poco más allá la historia original, con el tono irónico y de sátira al que nos tiene acostumbrados Estrada.

ROMPIMIENTOS CRONOLÓGICOS

Explicó a PRODU que el mezclar los testimonios y declaraciones, fue un gran recurso cinematográfico. Además, realizar los rompimientos cronológicos que Ibargüengoitia construye en la novela – más allá de que, según Estrada, son un hallazgo- lo conservó porque para él era muy importante que quien haya leído la novela, reconozca no solo la historia, sino la forma de narrar, los personajes y los lugares.

Se dieron una licencia, reconoce, en el capítulo seis. “Sólo hay un atrevimiento que nos tomamos Jaime y yo, muy intrépido, muy osado, que fue enmendarle la plana en el capítulo seis, que no es de Ibargüengoitia, la escritura es mía y de Jaime Sampietro”, afirma. Explica que, quizás por lo complejo y dificil que fue para el escritor este libro -del que hizo cuatro versiones en 13 años- el final resulta precipitado. “El libro siempre tiene un tono ‘in crescendo’, y al final dice: ‘A las Baladro las atraparon este día, en este lugar, se las llevaron, las juzgaron, las acusaron de este delito, recibieron estas condenas… Hizo epílogos divertidos, y ¡chau! Entonces, decidimos hacerle justicia al cierre, y el capítulo 6 es una película en sí, porque dura más de una hora, sin contar los créditos finales, que son una verdadera sorpresa por su planteamiento visual”, dijo.

UN ESFUERZO SOBREHUMANO

Reconoce que hacer este proyecto significó un esfuerzo sobrehumano. Ha sido el proyecto en el que ha trabajado más semanas de rodaje en su historia de cineasta. Dice, además, que es un trabajo único, porque fue hecha como en los viejos tiempos: “Cada fotograma se hizo artesanalmente, al igual que cada sonido, cada letrero, cada set y decorado”.

A diferencia de otras producciones de corte histórico, Las muertas se realizó sin intervenciones digitales para recrear con trabajo de construcción de sets los lugares salidos de la imaginación de Jorge Ibargüengoitia.

Los sets son construidos siguiendo el relato de la novela. No hay intervenciones digitales

Para convencer a Netflix, el director y su equipo elaboraron una abultada carpeta de producción con estructura de libro de ilustraciones de Las muertas, que abundaba en trama, personajes, diseño de producción, locaciones, vestuario, el cual le fue presentado a Netflix para obtener el financiamiento. Investigaron durante seis meses en archivos hemerográficos. Y pasaron dos años para hacer realidad Las muertas.

Estrada además de director, es el showrunner de la serie. El guion fue escrito por Luis Estrada, Jaime Sampietro y Rodrigo Santos. La producción ejecutiva es de Estrada junto a Sandra Solares. Sus protagonistas son Paulina Gaitán (Serafina Baladro); Arcelia Ramírez (Arcángela Baladro); Joaquín Cosío (Capitán Bedoya); Alfonso Herrera (Simón Corona) Mauricio Isaac (La Calavera); Leticia Huijara (Eulalia Baladro); Enrique Arreola (El Escalera) y Fernando Bonilla (Ticho).

También son parte del elenco Enrique Arreola, Fernando Bonilla, Salvador Sánchez, Tenoch Huerta, Dagoberto Gama, Carlos Aragón, Elías Toscano, Ximena Romo, Adrián Vázquez, Yessica Borroto, José Sefami, Diego Jáuregui, Paloma Woolrich, Jorge Zárate, Sonia Couoh, Sofía Espinosa, Eligio Meléndez, Juan Carlos Remolina, Enoc Leaño, Marco Zetina, Edwarda Gurrola, Katia Rigoni, Patricia Loranca y Cecilia de los Santos.