
Catatonia y su fundador Hari Sama, impulsan nuevas voces y proyectos internacionales como Un actor malo
Hari Sama, cineasta, músico y productor, sigue consolidando a Catatonia como un espacio para voces autorales con identidad propia. En entrevista con PRODU, el creador ofreció su visión sobre el cine autoral y el trabajo del mismo dentro de las plataformas; además de hablar sobre sus colaboraciones con cineastas como Jorge Cuchí y sus próximos proyectos en cine y streaming.
A más de un año del estreno de la cinta Un actor malo, la cual es parte de la oferta de Prime Video, Sama habló del trabajo de Cuchí y la mancuerna que han logrado con proyectos como Un actor malo:
“Con esta película volvimos a trabajar juntos y nos hemos convertido en una familia cinematográfica. Jorge tiene una mirada muy particular sobre la vida y sobre el cine. Sus películas evidencian una voz muy nueva para México”, señaló Sama.
El productor aseguró que Cuchí trae una forma única de narrar: “Hace películas de vértigo que empiezan con una semillita y se convierten en un tsunami. Son contenidos controversiales y eso le interesa. Me siento muy contento de que Catatonia haya abrazado a un cineasta como Jorge y pienso que lo vamos a seguir haciendo juntos por mucho tiempo”.
Sobre la filosofía de su productora, Sama puntualizó: “Catatonia es una productora junguiana. Hacemos proyectos que pretenden elevar la sombra, ya sea de quien la crea o de una comunidad. Queremos abrir conversaciones alrededor de esas sombras”.
“Soy un director, músico, artista que se volvió productor por la necesidad de apoyar voces. No soy productor en el sentido tradicional. Eso marca una diferencia en la sensibilidad y en la forma práctica de acompañar proyectos”, explicó Sama.
Añadió que su casa productora se caracteriza por un acompañamiento personalizado para los directores: “El dinero siempre se manifiesta de manera abierta, pensando en el autor y en la pieza. El apoyo es muy individual. Me involucro en el desarrollo de guion cuando lo requieren, dando notas para que el director encuentre la mejor versión de lo que quiere contar, no de lo que yo quiero”.
Sama subrayó que su experiencia en cine, televisión y publicidad lo ha colocado en un lugar especial para acompañar procesos creativos: “He hecho muchísimos comerciales con posproducción compleja. Eso me dio herramientas para ayudar a diseñar proyectos y apoyar a creadoras y creadores con un acompañamiento hiperpersonalizado”.
El cineasta también habló sobre la tensión entre cine autoral y proyectos de mayor alcance: “Catatonia está obsesionada con encontrar un gran público sin perder el ADN creativo. Queremos hacer proyectos muy masivos, pero que también cuenten cosas que le importan al creador”.
Ante esto, compartió el impacto de El sueño de Lú, su segunda película como director: “Esta película está inspirada en la pérdida de una hija mía. Empezaron a usarla en universidades del mundo para hablar de las etapas del duelo. Ahí vi que había mucho que se podía hacer apoyando otras voces”.
También destacó el valor de abrir ventanas internacionales a través de los contenidos: “Lo que hay es la posibilidad de hacer alianzas que ayuden a que los proyectos encuentren financiación y que puedan ver la luz. Hay que ser estrategas, como jugadores de ajedrez, para acomodar las piezas y que las películas sucedan”.
Actualmente, Catatonia acompaña Una muchacha normal, ópera prima de Paula Hopf: “Es una película que he acompañado como productor desde hace ocho años. Es una ópera prima preciosa, muy personal, sobre una chica creciendo en Cuernavaca. El guion está precioso”, afirmó.
Otro proyecto clave es Lo que sigue es mi muerte, segundo largometraje de Laura Baumeister: “Es una directora muy interesante que mezcla lo social con la fantasía de una manera original. Es una película sobre migrantes y mujeres lobo. Estamos cerrando fondos para filmar el próximo año”.
Mencionó que El dentista, proyecto que también lidera como director y el cual estrenó en EE. UU. por VIX+: “El terror es un género que siempre interesa a las plataformas. A veces no lo quieren financiar, pero sí lo compran. Encontrar el modelo de financiamiento es parte de la estrategia”.
Finalmente, adelantó que prepara un proyecto internacional: “Estoy obsesionado con un pintor austriaco desde muy chico. Estoy levantando la película en coproducción entre EE. UU., Austria y México. Se llama Red Man”.
“Trato de crear cosas bellas en medio de tanto caos, dolor y preguntas. Hay mucho que contar”, concluyó.