
Para Ericka Tolosa, la presencia real de un líder no se trata solo de estar en una sala, sino de ganarse la confianza y el derecho a ser escuchado
Ericka Tolosa, Managing Consultant USA de Bombay, compartió con PRODU su punto de vista acerca del verdadero valor estratégico de los Account Directors en las agencias. Según la ejecutiva, este rol va mucho más allá de la gestión operativa y merece ser visibilizado, porque “cuando los Account Directors son vistos y respaldados, todo funciona mejor: las ideas se afilan, los equipos se sienten seguros y las relaciones con los clientes se fortalecen”.
Para Ericka Tolosa, la presencia real de un líder no se trata solo de estar en una sala, sino de ganarse la confianza y el derecho a ser escuchado. Sin embargo, en muchas agencias la presencia del Account Director suele confundirse con un silencio discreto tras bambalinas. “No hay que equivocarse: somos el soporte invisible del trabajo. Nuestra labor debe hacerse más visible, no por ego, sino porque la invisibilidad lleva a subestimar el rol, a infraestructurarlo o incluso a reemplazarlo por herramientas o títulos que no cargan el mismo peso”, señaló.
Ericka Tolosa describió el papel del Account Director como el traductor entre la ambición y la ejecución, quien sostiene en equilibrio la visión creativa y los objetivos de negocio, anticipa fricciones, protege ideas y construye confianza con clientes, equipos, partners y líderes. “No basta con tener intuición o habilidades interpersonales, se necesita fluidez en el negocio. Un Account Director debe entender profundamente el mundo del cliente, cómo gana dinero, qué le preocupa y qué mueve sus decisiones”, afirmó.
Según Ericka Tolosa, el lenguaje tradicional con el que se describe este trabajo tampoco ayuda: “Nos enseñaron a sonar modestos: ‘mantenemos el proceso andando’. Lo que deberíamos decir es: lideramos con visión, alineamos equipos, hacemos lo complejo posible y sostenemos el rumbo cuando la presión crece, mientras hacemos sentir a todos escuchados y respaldados”.
Recordó un ejemplo clave de su carrera: una campaña para una marca que entraba a un nuevo mercado. “El éxito no estuvo solo en cumplir un cronograma impecable, sino en percibir las dudas del cliente antes de que fueran explícitas, manejar tensiones creativas con diplomacia y unir equipos diversos a través de culturas y husos horarios para entregar algo que realmente conectara”.
Tolosa concluyó que para que este rol evolucione, hay que nombrar el trabajo invisible, desafiar los prejuicios y apoyarse mutuamente para subir el estándar. “Cuando el Account Director tiene el espacio y la confianza para liderar, no solo se administran relaciones: se moldean los resultados que importan. Puede que no estemos siempre en el centro del foco, pero somos la estructura que mantiene el foco firme. Somos el soporte invisible. Y ya es hora de que se nos vea así”.