
El estudio de PHD Argentina mostró que los millennials (25-34 años) encabezan el consumo de CTV
PHD Argentina presentó un estudio que confirmó el avance de la Connected TV (CTV) en ese país, un fenómeno que modificó el consumo audiovisual y llevó a que, por primera vez, la inversión digital superara a la televisión tradicional.
El informe subrayó que hoy el 61% de los argentinos consume contenidos audiovisuales mediante CTV, destacando el peso que adquirieron los televisores inteligentes en el ecosistema digital. Según el análisis, el 60% accede a través de Smart TVs, el 49% desde PC, notebooks, tablets o celulares, el 35% mediante dispositivos como Chromecast, Roku o Apple TV, y el 32% por consolas de videojuegos.
La CTV hace referencia a contenidos transmitidos por Internet en pantallas grandes, manteniendo el carácter social del consumo televisivo gracias a la covisualización, es decir, ver contenido acompañado por otras personas. Esta característica la diferencia de otras plataformas digitales orientadas al consumo individual.
El estudio de PHD Argentina mostró que los millennials (25-34 años) encabezan el consumo de CTV, seguidos de cerca por otras franjas jóvenes. Además, el 53% de los usuarios declaró incrementar su tiempo de visualización durante los fines de semana, consolidando a la CTV como una alternativa de entretenimiento hogareño que compite con la televisión tradicional.
En paralelo, YouTube se posicionó como un actor clave dentro de este cambio. La plataforma registró un aumento del 218% en visualizaciones y superó los 4,5 millones de espectadores mensuales en sus canales de streaming en Argentina. El tiempo promedio diario de consumo pasó de 23 a más de 29 minutos, lo que reforzó su liderazgo en el ecosistema audiovisual digital.
Este escenario dejó un dato significativo: por primera vez en Argentina, la inversión digital superó a la televisión tradicional, impulsada en gran medida por la expansión de la CTV. Según el reporte, esta tendencia refleja un cambio estructural en los hábitos culturales y sociales de los consumidores, que priorizan la flexibilidad, el control sobre los contenidos y la calidad de experiencia.
La irrupción de la CTV abre un campo fértil para que marcas y anunciantes desarrollen estrategias orientadas a nuevos hábitos de consumo, capaces de conectar con audiencias que buscan experiencias personalizadas pero también colectivas, en un formato que resignifica el acto de “ver televisión” y redefine el alcance de las campañas publicitarias en el país.