Surgió como una respuesta al recorte total de fondos para las nadadoras olímpicas mexicanas, convirtiendo una crisis deportiva en un movimiento social sin precedentes a favor de la equidad de género. Con un solo tuit y sin invertir un solo peso en publicidad ni patrocinios, la marca movilizó el poder de su fuerza de ventas femenina, posicionándose como patrocinador no oficial del deporte femenino. La campaña, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sosteniblede la ONU, posicionó a Tupperware como una plataforma por la igualdad, inspirando a miles a sumarse y apoyar a mujeres que rompen barreras.
Agencia: Archer Troy / Casa Productora: N/A