Transforma el diseño tipográfico en un acto de denuncia profunda. La campaña presenta fuentes tipográficas únicas, cada una basada en la caligrafía de mujeres víctimas de feminicidio, como una forma de devolverles simbólicamente la voz en espacios donde fueron silenciadas. Con una dirección sobria y emocionalmente cargada, el video combina imágenes de documentos, nombres y testimonios con una narrativa visual que amplifica la ausencia. La propuesta convierte el diseño en una herramienta de memoria, visibilidad y exigencia de justicia.
Agencia: Garnier BBDO, San José