Aborda de manera directa la desigualdad de género en el consumo, visibilizando el llamado pink tax —la práctica de cobrar más por productos dirigidos a mujeres. La activación consistió en aplicar un descuento especial en productos de higiene femenina, calculado en función de la brecha salarial de género en Perú. Al trasladar esta injusticia económica a una experiencia tangible en el punto de venta, la campaña no solo generó conversación y cobertura mediática, sino que también impulsó una acción concreta de marca comprometida con la equidad.
Agencia: Fahrenheit DDB, Lima
Casa Productora: Canica Films Lima