Convirtió el patrocinio deportivo en un juego de azar, eligiendo de forma aleatoria equipos semiprofesionales para ser patrocinados por la marca. Cada elección se transformó en una historia única, generando sorpresa, conexión emocional y amplia cobertura en medios y redes. La campaña posicionó a Schneider como un aliado inesperado del deporte local, combinando creatividad, espontaneidad y visibilidad.
Agencia: Mercado McCann Buenos Aires
Casa Productora: Fight Films