
Equipo delante y detrás de cámaras de Delirio, la serie basada en la obra de Laura Restrepo
La responsable de que Delirio, la novela multipremiada y best seller de Laura Restrepo, se convirtiera en una serie que estrena en Netflix este 18 de julio, fue Ángela Suárez, ‘La Pola’, VP Contenido y Producción de TIS. Así lo contó la propia autora del libro en una charla en el BAM 2025 que tuvo como foco la compleja labor de llevar esta historia a la pantalla.
“La novela tiene mucho tiempo y había habido muchas propuestas para hacerla. Tengo un maravilloso agente en Nueva York que cuida mis libros con mucho recelo y nunca la había querido soltar. Me decía ‘Vamos a guardar para cuando llegue el momento en que aparezca el equipo y la gente que sintamos que la puede hacer bien’. Entonces ahí aparece Ángela, nos reunimos en México y conversamos largo y yo llamé a mi agente, le dijimos ‘por aquí es’”, narró Laura Restrepo.

Laura Restrepo, autora de Delirio
En el conversatorio moderado por la escritora María Ángela Urbina, también participó Verónica Triana, una de las guionistas y productoras ejecutivas de la serie. Confesó que había leído otras obras de Restrepo como El leopardo al sol o Dulce compañía, pero nunca Delirio. Aún así aceptó de inmediato cuando Ángela Suárez le propuso el proyecto.
“Al otro día empiezo a leer la novela y decía ‘en qué nos metimos’. Si hubiera leído antes la novela, me habría dado mucho miedo porque es complejo. La novela tiene tres puntos de vista, alternando entre diferentes épocas. Y luego tiene un cuarto punto de vista que es Nicolás Portilinus”.
Junto con su compañero de guión y producción, Andrés Burgos, se pusieron manos a la obra. Para encontrar la forma de convertir Delirio en audiovisual, Triana desarmó toda la novela y escribió las situaciones que suceden en tarjetas para organizar una cronología que la novela no tenía.
“A mí me hizo mucha gracia porque yo había hecho lo contrario para empezar, había hecho las tarjetas y las había desorganizado todas. Cuando Verónica me contó cómo había hecho y como había desmontado la novela, me di cuenta de que conocía la novela mejor que yo”, reveló Laura Restrepo.
Delirio retrata la historia de Aguilar (Juan Pablo Raba), un profesor universitario que regresa a Bogotá tras un corto viaje y encuentra a su joven esposa, Agustina (Estefanía Piñeres), en un estado de delirio inexplicable. Desde el guión, la serie mantiene esa historia polifónica y multitemporal, que exige atención plena, en este caso del televidente, para no perderse en la locura retratada.
“Viene como a mi medida, porque la manera que yo tengo de trabajar tiene que ver mucho con la intuición. Y a medida que iba leyendo me sentía cómodo también. Pero sabía que uno no podía tener conciencia sobre lo que tenía que hacer. Para mí eso era muy importante y tiene que ver también con Colombia, porque yo soy chileno. He tenido más posibilidades de trabajar acá y hay algo que a mí me maravilla mucho, que es como el resistirse a ser triste”, indicó Julio Jorquera, uno de los directores de Delirio, junto a Rafael Martínez.
Aunque Delirio tiene múltiples narradores, todas giran y se encuentran siempre en Agustina, una mujer que está en su propio laberinto mental y puede parecer muchas personas en un solo cuerpo. Para la serie era fundamental encontrar una actriz que estuviera al nivel de la exigencia.
“Representó la locura de una forma magistral. La locura no es bonita, es una cosa muy dolorosa. Es un aislamiento del mundo muy brutal”, sostuvo Laura Restrepo sobre la actriz Estefanía Piñeres, a quien felicitó en público:
“Estefanía logra hacer un personaje que combina con cambios así sucesivos, muy rápidos, a una persona, una muchacha resplandeciente, enamorada, erótica, inteligente y de pronto se sumerge en esas aguas negras de la locura en una forma muy convincente”.
Llegar a Estefanía para que fuera la protagonista no fue fácil. Verónica Triana recuerda que miraron muchas ‘Agustinas’ hasta que por fin la encontraron. “Cuando Estefanía hizo el casting, nos miramos los dos con Julio y dijimos ‘ella es’”.
Estefanía Piñeres (Malta, Las Villamizar) es una de las talentos más destacadas de su generación en la industria audiovisual colombiana. Además de actriz, también es escritora, directora y productora, por lo que sabe de primera mano que este es un arte colectivo y en su Agustina confluyen muchas miradas:
“Tenía un equipo maravilloso a mi alrededor. A diario les decía que saldría al abismo tantas veces como sea posible con ellos otra vez. A lo que me pedían muchas veces, yo misma no sabía ni qué estaba haciendo, ni por qué lo estaba haciendo, ni cómo hacer lo que me estaban pidiendo. Y lo único que podía hacer era confiar y hacer mi mejor esfuerzo para que eso que me estaba pidiendo pasara”.

María Angela Urbina, Laura Restrepo, Estefanía Piñeres, Julio Jorquera y Verónica Triana en conversatorio del BAM sobre Delirio
Como se puede intuir, Delirio no es una historia que se la deja fácil al televidente. Por eso, tal vez no existiría si no hubiesen plataformas, en este caso Netflix; y también una productora como TIS que la propusiera. Las dos compañías asumieron el riesgo de llevar a la pantalla esta estructura compleja en un momento de la industria donde prima lo más digerible.
“Esta historia lo interesante es cómo hace un llamado de un relato social. De poder verse. De penetrar en las diferentes aristas que hay, política e histórica, de mirarse como país”, señaló Jorquera.
En esa misma vía, Estefanía Piñeres también resaltó el hecho de hacer una serie con una mujer imperfecta y con muchos pasos en falso como la protagonista, y más en esta era de la data, cuando hay estudios que muestran que la audiencia castiga a los personajes femeninos que erran continuamente.
“Este personaje la vive cagando todo el tiempo. Cuando uno piensa que no lo puede hacer peor, lo hace peor. Y tener la oportunidad de encarnar ese personaje, que además está escrito con tanta complejidad que hace posible que uno la ame durante cada uno de sus errores, a mí me parece que es uno de los honores más grandes”.
Delirio llega a la pantalla con la bendición de su creadora, y ante todo con el trabajo de un equipo comprometido con su trabajo. La serie demuestra que Colombia en la industria audiovisual sigue evolucionando en sus narrativas.