
Jorge Gonzalo enfatizó que el audiovisual no solo refleja la sociedad, sino que la moldea activamente
Jorge Gonzalo, presidente y director del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA) resalta la necesidad crítica de medir la representación para comprender la realidad actual y forjar soluciones efectivas en la industria. El informe anual de ODA 2025 muestra un riguroso análisis sobre el estado de la diversidad en la ficción audiovisual española.
“La importancia del informe tiene que ver con la medición. Si no medimos, no sabemos qué es lo que está pasando”, afirmó Jorge Gonzalo Alonso. “Por desgracia, no hay instituciones a nivel español, pero tampoco a nivel internacional (a excepción de GLAAD en EE. UU.), que estén haciendo un análisis anual de la magnitud que hacemos en ODA. Si no medimos lo que está pasando, ¿cómo se muestra la diversidad en el audiovisual? No podemos saber cuál es el diagnóstico y sin el diagnóstico no podemos saber cuáles son las posibles soluciones” detalló.
Gonzalo enfatizó que el audiovisual no solo refleja la sociedad, sino que la moldea activamente. “Lo que vemos en las pantallas es quien genera los imaginarios colectivos en los que vivimos”, explicó. Citó un revelador dato de GLAAD: “Un 80% de la sociedad americana no conoce a ninguna persona trans. Eso quiere decir que un 80% de las personas se generan la idea de lo que significa ser trans a través de lo que ven en las pantallas.” Esta realidad subraya la enorme responsabilidad de los medios en la formación de la percepción pública y la necesidad de referentes.
“Si no hay referentes en pantalla, muchas veces no tenemos referentes en nuestro entorno y entonces no podemos entender qué es lo que nos está pasando”, añadió Gonzalo. Asimismo, advirtió sobre los peligros de la segmentación en el contenido. “Si segmentamos y solo le llega al público diverso que le viene bien para sentirse representado, pero no le llega al público general que necesita entender todas estas realidades, al final estás generando más polarización desde el contenido, y una polarización que empieza desde la política acaba siendo una polarización general y global.”
Género: Se ha observado un ligero descenso en la representación de personajes femeninos, bajando al 46% en comparación con el 47% del año pasado. Esto contrasta con el estancamiento histórico del 44% en informes anteriores.
Racialización y Migración: El informe pone el foco en la tendenciosa mezcla de temas de racialización y migración. ODA denuncia cómo esta confusión es utilizada por grupos de extrema derecha para promover desinformación y discursos como los que piden “deportaciones masivas”. “Es muy importante desde el audiovisual, dar esas herramientas desde las narrativas de tal forma que queden claro cuáles son las diferentes vivencias que tiene una persona racializada”, destacó Gonzalo.
Discapacidad: Aunque el informe celebra narrativas “maravillosas” y tridimensionales dirigidas a público infantil y juvenil, como el caso de Buffalo Kids, también señala producciones que han sido “rechazadas desde el activismo” por su visión estereotipada o distorsionada, como la película Cuerpo escombro. Producciones así utilizan a personas con discapacidad para desarrollar tramas complacientes para quienes no tienen discapacidad. “No es casual”, añade Gonzalo, “que Buffalo Kids contara con asesoría de personas expertas como la que damos desde ODA, por ello es tan realista y a la vez un gran éxito en taquilla”.
Diversidad LGTBIQ+: Ha habido un leve crecimiento general en la representación LGTBIQ+, principalmente en películas, donde antes las cifras eran “ridículas”. Sin embargo, la polarización es un problema grave: “En seis películas se concentran casi el 50% de los personajes LGTBIQ+ de todo un año, es decir, en seis películas de 102 que hemos analizado, y en 75 no hay ningún tipo de representación”, reveló Gonzalo. La representación es mayoritariamente juvenil (18-30 años), con una notable ausencia de personajes LGTBIQ+ de mayor edad. Pese a ello, se aprecia un leve aumento en la interseccionalidad dentro del colectivo.
Más allá del análisis, ODA se compromete activamente con la industria para fomentar una representación más rica y efectiva. La organización ofrece un trabajo 360 a productoras, acompañándolas en todo el proceso de creación.
“Tenemos un acuerdo con Banijay en donde les hacemos un trabajo 360 de ciertos proyectos”, explicó Gonzalo. Este acompañamiento cubre desde la concepción del proyecto, pasando por el guion, casting, producción, grabación, posproducción y comunicación. “Todos esos momentos son momentos claves para generar los imaginarios colectivos”, añadió.
ODA también extiende su labor a la academia, realizando charlas y talleres en universidades, festivales e instituciones relacionadas con el audiovisual. El objetivo es preparar a las futuras generaciones de creadores audiovisuales para que entiendan no solo los retos sociales de la diversidad, sino también cómo una representación auténtica genera “un contenido mucho más interesante y mucho menos estereotipado y, sobre todo, que sale de las convenciones habituales y por lo tanto va a ser mucho más visto”.