El corto animado está basado en la historia real de Ian, un niño de 10 años que quiere llegar al mundo con un mensaje de amor. Con la ayuda de Sheila, su mamá y presidenta de Fundación Ian, buscan cumplir este deseo transformando el dolor en acción para derribar las barreras del aislamiento que sufren las personas (y en especial los niños) con discapacidad