
Leticia Simón, COO de Hogarth Argentina
Leticia Simón, COO de Hogarth Argentina, analiza el impacto real de la inteligencia artificial en los equipos, los procesos y el negocio de los clientes. Su visión parte de la experiencia concreta de la agencia en producción creativa con base tecnológica.
Por Leticia Simón, COO de Hogarth Argentina
La inteligencia artificial dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad que transforma industrias, negocios y equipos. En nuestro caso, la implementación de IA en el ecosistema WPP Open nos permitió combinar automatización, análisis predictivo y creatividad aplicada para ofrecer soluciones personalizadas a gran escala.
Una de nuestras herramientas clave es Assemble, que nos permite producir hasta 15.000 assets mensuales con un equipo de 12 personas, reduciendo los tiempos de producción en un 80%. Por ejemplo, para una campaña internacional, pasamos de invertir 450 horas a solo 50. En otras áreas, como diseño y print, usamos Chilli para reducir tareas de 40 a 7 horas. En postproducción, soluciones como Veo3 de Google están comenzando a redefinir calidad y velocidad en contenidos audiovisuales.
Estas eficiencias operativas ya alcanzan el 30%. Pero más allá de los números, el foco está en cómo optimizamos procesos para clientes actuales y desarrollamos propuestas de valor más ágiles y efectivas para nuevos negocios. Ya no presentamos credenciales genéricas, sino soluciones de negocio concretas basadas en IA.
La transformación más profunda ocurre dentro de los equipos. Hoy, los editores supervisan flujos automáticos, los redactores optimizan contenidos generados por máquinas, y los managers suman habilidades técnicas a su rol estratégico. Por eso creamos un departamento de inteligencia artificial que analiza herramientas, detecta tendencias y acompaña a todas las áreas en su implementación.
Lejos de eliminar empleos, la IA bien implementada crea nuevas funciones y fomenta el aprendizaje continuo. Aunque un estudio de Randstad indica que el 33% de los trabajadores argentinos teme el impacto negativo de la IA, nuestra experiencia demuestra lo contrario.
La inteligencia artificial no es una opción. Es un componente central de cualquier propuesta de valor que busque combinar escala, craft, agilidad y personalización. La clave está en implementarla con inteligencia, propósito y foco en el impacto real. Ese, creemos, es el verdadero diferencial.
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