
En México, el 77% de las operaciones bancarias ya se realizan por canales digitales
La banca latinoamericana atraviesa una transformación marcada por la integración de canales conversacionales en su relación con los usuarios. De acuerdo con un estudio de Juniper Research, para este año más de 3.000 millones de personas en el mundo interactuarán con servicios financieros a través de plataformas de mensajería, con México, Brasil y Argentina entre los mercados de mayor crecimiento.
En México, el 77% de las operaciones bancarias ya se realizan por canales digitales, mientras que en Argentina el 85% de los usuarios accede a sus cuentas desde dispositivos móviles, según datos de PwC. Esta dinámica se refleja en el más reciente Messaging Trends Report de Infobip, que muestra cómo la banca conversacional gana terreno con soluciones que integran WhatsApp, SMS, RCS y asistentes de IA.
El estudio señala que México (51%), Brasil (47%) y Argentina (20%) concentran el mayor volumen de crecimiento en mensajería aplicada a servicios financieros. WhatsApp es el canal con mayor penetración, con un crecimiento del 47% en la región y un pico del 111% en Argentina. Además, el uso de RCS se incrementó en un 295%, impulsado por la adopción del protocolo en iOS 18.
Ivan Ostojić, Chief Business Officer de Infobip, destacó que los clientes bancarios “están comprendiendo mejor cómo los teléfonos móviles y las aplicaciones de chat pueden mejorar la seguridad de las transacciones financieras apoyándose en el cifrado integrado de aplicaciones como WhatsApp”.
La plataforma de Infobip analizó más de 530 mil millones de interacciones globales durante 2024 y confirmó que los bancos de la región están liderando la implementación de soluciones conversacionales para automatizar procesos, habilitar pagos, enviar alertas y brindar atención en tiempo real. Según la compañía, finanzas y seguros son los sectores que generan el mayor volumen de mensajes potenciados con IA en América Latina.
La tendencia apunta a un cambio estructural: de procesos basados en contraseñas y formularios extensos hacia experiencias conversacionales ágiles, personalizadas y sin fricciones. Con este modelo, las entidades financieras buscan no solo eficiencia operativa, sino también diferenciación en la experiencia del cliente y una mayor conexión con los nuevos hábitos digitales de los usuarios.