La campaña muestra de manera evocadora la unión entre la repostería francesa y el espíritu mexicano, con imágenes cercanas del macarrón, con pinceladas en rojo y verde que evocan los colores patrios, y primeros planos del ganache infusionado con Tequila Defrente. En medio de un sembradío de agaves, Diego Boneta narra el orgullo de reinterpretar su tequila en un producto artesanal, mientras se resaltan los valores de ambas marcas: innovación, autenticidad y celebración cultural. El resultado es un relato visual que convierte al Macarrón de Tequila en un símbolo de sofisticación y en un homenaje a la fusión de dos tradiciones.