TELEVISIÓN

Hay que defender los espacios ganados por el cine cada seis años

30 de marzo de 2019

Aliana González

Panel 1 Festival

Leonardo Zimbrón (Endemol Shine Boomdog y Traziende), Tania Benítez (THR3Media), y Marco Salgado (Cinema 226), así como el cineasta Alejandro Valles,  compartieron su experiencia en la mesa redonda Industrias cinematográficas emergentes: dificultades y oportunidades, en el marco de Valle Film Fest que tuvo lugar en Valle de Bravo del 28 al 31 de marzo.

Leonardo Zimbrón hizo eco de su labor al lado de otros colegas, como Mónica Lozano, en la creación de los actuales estímulos fiscales como Fidecine, Foprocine y Eficine que generaron un aumento en la producción fílmica nacional que en 1997 estaba por debajo de las 22 películas y en 2018 llegó a 180. “No ha sido una labor fácil y cada sexenio nos hemos levantado en armas para mantener lo logrado” explicó Zimbrón, tras apuntar que la discusión hoy pasa por cómo se distribuyen esos recursos. Apuntó que ante la demanda de contenido, hay dificultades para conseguir personal como editores de sonido. “Los retos son los de toda la vida”.

Marcos Salgado recomendó a las jóvenes generaciones de cineastas investigar las opciones que existen para financiar sus películas. “México tiene una situación privilegiada para la producción de contenido, es uno de los lugares fundamentales de producción en América Latina”, tras comentar que hay mucho talento emergente. Hay proliferación de festivales, dinero privado para la producción y subsidios. “Lo importante es el tema de la distribución” comentó.

Alejandro Valles destacó que ya no hay apoyo para experiencias experimentales, como hubo en el pasado, y destacó que el cine debe innovar, aún más en momentos en que las tecnologías están evolucionando.

Tania Benitez afirmó que hay una generación que nació con las tecnologías digitales, pero que buena parte no se ha profesionalizado.
El panel coincidió en que una buena historia es el principal elemento en esta nueva realidad de la industria y que la tecnología debe ser puesta al servicio de la narrativa.