REEL DE ORO

Con más de dos décadas de trayectoria en la industria del entretenimiento, el director argentino Juan Ripari se define como un narrador visual que combina experiencia, sensibilidad y visión tecnológica. Formado en Diseño de Imagen y Sonido por la UBA, ha trabajado en cine, televisión, publicidad, teatro y shows en vivo en Argentina y el exterior. En 2025 incorporó la inteligencia artificial a su proceso creativo, integrando el live action con tecnologías generativas para explorar nuevos lenguajes visuales y crear comerciales y piezas teatrales innovadoras.

A lo largo de su carrera, dirigió videoclips para Abel Pintos, Lali Espósito, Axel, La Beriso y Vanesa Martín, además de producciones para Disney XD, Nickelodeon y el documental Soledad Pastorutti – Sole, 20 años. También realizó campañas para McDonald’s, Claro Música, Huggies y Blocky, y dirigió shows y giras de Lali Espósito, Nicki Nicole y Club Media Fest en distintos países de Latinoamérica. Su sello combina precisión técnica, intuición artística y una búsqueda constante por historias que conecten.

1. ¿Cómo describes el sello visual y narrativo que te distingue como director de piezas de IA?

Mi sello está en la búsqueda de una estética cinematográfica dentro del universo de la IA. No me interesa que el espectador piense en la tecnología, sino que se emocione con la historia. Trabajo con un lenguaje visual cercano al cine: encuadres cuidados, atmósferas realistas y narrativas que apelan a lo humano. La IA me permite expandir esos recursos hacia territorios imposibles en un rodaje tradicional, pero siempre con un foco en la coherencia emocional y estética. Lo que me distingue es esa combinación de realismo y ensoñación, donde el espectador siente que está viendo algo filmado, aunque sepa que fue creado digitalmente.

2. ¿Qué te motivó a convertirte en director especializado en IA y qué encontraste en esta tecnología que no viste en otros formatos de producción?

Lo que me motivó fue la posibilidad de liberarme de los límites físicos de una producción convencional. En un rodaje dependes de locaciones, logística, presupuesto o clima; con IA puedo experimentar y materializar ideas que antes quedaban solo en conceptos o referencias. La IA me da velocidad, plasticidad y control creativo: puedo prototipar escenas en días y dedicar más tiempo a la dirección narrativa y emocional. Encontré en esta tecnología un lenguaje visual propio, que no reemplaza al cine tradicional, sino que lo complementa con un nuevo territorio para contar historias.

3. ¿Qué universos creativos te interesa explorar más a fondo con IA? ¿Y qué narrativas crees que la IA te permite contar de una forma distinta a los medios tradicionales?

Me interesa trabajar en universos donde lo real y lo artificial conviven de manera natural. La IA me da la posibilidad de diseñar ciudades inexistentes, personajes híbridos o memorias reinventadas, siempre con un enfoque narrativo. Creo que este medio permite contar historias que cuestionan la identidad, el tiempo y la percepción, porque su propia naturaleza tecnológica ya plantea esas preguntas al espectador. Mientras el cine tradicional suele mostrar lo tangible, la IA habilita narrativas que funcionan en el terreno de lo posible e imaginado, con la misma potencia emocional.

4. ¿Cuál ha sido el mayor reto técnico y narrativo al integrar IA en la producción de un comercial? Menciona algún proyecto dirigido recientemente, como ejemplo.

El mayor reto está en lograr consistencia visual y narrativa. La IA es infinitamente plástica, pero esa misma riqueza puede generar variaciones difíciles de controlar. En un proyecto reciente para una marca de moda de lujo, desarrollamos un universo surrealista con modelos creados en IA. El desafío fue mantener la continuidad de rostros, estilismo y atmósfera en todas las tomas.

Para lograrlo, combinamos la generación IA con un pipeline clásico de postproducción: color, montaje y diseño sonoro. El resultado fue una pieza que se siente como un cortometraje de autor, donde la tecnología potencia la narrativa en lugar de imponerse sobre ella.

5. ¿Qué impacto tendrá la producción con IA en los costos, tiempos y modelos de negocio de la industria publicitaria?

La IA transformará los procesos de producción. Más allá del ahorro evidente en costos y tiempos, lo más importante es el cambio de paradigma creativo: las ideas ya no se adaptan tanto a las limitaciones presupuestarias, sino que encuentran formas nuevas de ejecutarse. Esto habilita modelos híbridos, donde rodajes tradicionales conviven con escenas generadas en IA, y presupuestos que se escalan según las necesidades de cada campaña. La consecuencia es una democratización del acceso a lo experimental, donde incluso marcas medianas pueden producir piezas con un nivel de acabado cinematográfico. A futuro, la IA será tan natural en publicidad como hoy lo es la postproducción digital.