
Enrique Celis, CEO de Hyperculture
México atraviesa una nueva oportunidad en el ámbito cinematográfico, aunque aún enfrenta retos para estar completamente preparado. Así lo expresó durante su primera participación en el GIFF 2025 Enrique Celis, CEO de Hyperculture y asesor en la Incubadora, quien reflexionó sobre la industria, la adopción tecnológica, la producción virtual y la importancia de priorizar la calidad sobre la cantidad.
“Lo que me gusta mucho es que la gran mayoría de los proyectos hablan de una mexicanidad pensada de una forma distinta, no la fácil, entre comillas, que podría ser el mariachi. Hay algo más rebuscado que me gusta mucho”, comentó.
Y aplaudió la sección de Incubadora, en donde se da oportunidad a la visibilidad de nuevos proyectos: “Ha sido muy inteligente. No solo es lo que esperas de un festival, sino que va más allá. En Epicentro vi una gran variedad de estilos, formas y uso de tecnología”.
Celis comenzó como animador. Fue la producción virtual lo que lo llevó finalmente al cine, así lo recordó: “Antes quería estudiar cine, pero ya sabes, la típica idea de que es muy de nicho. Encontré en la producción virtual un punto medio”.
Aseguró que la industria está apenas explorando estas herramientas: “Muchas productoras no la conocen o no la han usado. El reto es bajarla a un nivel más amigable. Con virtual production podemos contar historias que antes no imaginábamos por temas de costo”.
El productor se mostró escéptico ante el uso de inteligencia artificial para generar contenido creativo: “Guillermo del Toro ya lo dijo ‘la cultura y el arte no se puede hacer con una app’. Estoy igual. La IA debería ayudar a resolver tareas técnicas, no creativas”.
Advirtió sobre una posible burbuja: “Todos queremos decir que algo en nuestra producción fue hecho por IA. Pero creo que hay un límite. No deberíamos dejar que rebase lo humano”.
Se refirió al libro Dune para ilustrar su preocupación: “Hay una parte donde los humanos dicen: ‘A partir de aquí, la tecnología no puede seguir avanzando’. Esa conversación deberíamos tenerla ya como industria”.
Sobre el panorama actual de la producción en México, comentó que en lo que va del año “ha sido complicado. Pero no le echaría la culpa al gobierno. Es un ecosistema mundial particular, con mucha incertidumbre. La gente con dinero se protege”.
Aun así, ve oportunidades claras en el país: “Creo que vienen años muy buenos para México. Me siento dentro de un nuevo cine de oro, pero a veces siento que no estamos tan preparados”.
Advirtió sobre una tendencia hacia la cantidad y no la calidad: “Se ha descuidado eso. Hay que representar de nuevo el tiempo y no buscar récords de velocidad. Competimos con Canadá, EE UU, India y Japón. No con el de al lado. Si no lo entendemos, perderemos una gran oportunidad”.