Estado de fuga 1986: Netflix y AG Studios revisitan la Masacre de Pozzetto desde la ficción y la psicología social

El 4 de diciembre de 1986 Campo Elías Delgado, veterano de la Guerra de Vietnam, en el restaurante Pozzetto en Bogotá después de tomarse unos vodkas perpetró una masacre que estremeció a Colombia. Casi cuatro décadas después, en ese mismo día, Netflix estrena la serie Estado de fuga 1986, producida por AG Studios, que se inspira en el hecho y crea una ficción que profundiza en el perfil psicológico de los ‘asesinos relámpago’.

En un país como Colombia, del que se dice que no tiene memoria, paradójicamente la Masacre de Pozzetto es un hecho que es bien conocido. Esto es en gran parte debido a que en fue retratada en Satanás, novela de Mario Mendoza, quien fue supervisor de libretos y productor ejecutivo de la serie. Pero Estado de fuga 1986 no es una adaptación de Satanás, ni pretende ser una reconstrucción histórica del hecho.

Ana María Parra, guionista de la producción, en un conversatorio organizado por Netflix, al que fue invitado PRODU, contó que el equipo al tener en cuenta que se trataba de una situación conocida, decidió ficcionar hacia atrás. Es decir, imaginar e inventar los días y meses previos para entender cómo era la mente del asesino, en este caso llamado Jeremías Salgado.

“Nos hicimos la pregunta ¿por qué una persona llegaría a lo que llegó? ¿Por qué termina cometiendo esta masacre, esta tragedia macabra?. Para ficcionar lo que hicimos es abrir su mundo íntimo. Construirlo. Porque para entrar a la psicología de este personaje lo que necesitábamos era ponerlo a interactuar en sitios donde antes no lo habíamos visto”, sostuvo la guionista.

Mario Mendoza complementó diciendo que como narrador nunca enfrentó la vida previa de Campo Elías a cabalidad: “La primera idea que teníamos clara era: No vamos a hacer Satanás, porque ya la hicimos —El libro fue adaptado a película en 2007—. No queríamos hacer eso en una serie. Dijimos: ‘vamos al departamento de literatura y vamos a verlo como estudiante de letras, que es lo que no hemos visto’. No hemos visto quién era ese sujeto en el aula. ¿Qué leía? ¿Cuáles eran sus preguntas?”.

SOCIEDAD ENFERMA Y EL SÍNDROME DE AMOK

Más allá del hecho en sí, Estado de fuga 1986 habla sobre la fragilidad de la razón humana y explora los hilos invisibles que se tejen en la sociedad alrededor de situaciones como esa. “La pregunta en la serie no es quién matará, porque ya lo sabemos, sino por qué lo hizo. Lo planteamos un paso más allá con León cuando se pregunta ‘¿yo lo vi venir?, ¿yo pude evitarlo?, ¿yo soy cómplice?’ y a medida que avanza la serie se develan otros traumas, otros secretos”, señaló Ana María Parra.

Según Mendoza, no solo habla de un asesino, sino de una sociedad enferma que ignora las señales de alerta. Para eso se basaron en el término de la psiquiatría contemporánea como el Síndrome de Amok.

“Hay una corresponsabilidad social. Ese individuo, si comete una atrocidad, es responsable de lo que hace, no lo exculpa en absoluto. Hay un aire pestífero en esa sociedad que construimos entre todos y de alguna manera lo empujamos al abismo y nos toca revisarnos a todos después de un tiroteo o después de una masacre de ese estilo”, argumentó el escritor.

Andrés Parra describe a Jeremías Salgado como una ‘olla de presión’

Jeremías Salgado es interpretado por el reconocido actor colombiano Andrés Parra, quien confesó que se apasionó con la psiquis detrás del personaje, que no es un loco, pues lo vemos dando clases, interactuando con vecinos, siendo un ser humano funcional antes de quebrarse.

“No sabía que existía ese síndrome. Que es este tipo de asesino, que le dicen en español también itinerante… siento que es la primera vez que yo abordo un personaje de este calibre, tan complejo también. Tan relativo. Es decir, creo que hace que uno se haga unas preguntas muy incómodas”, comentó.

Andrés Parra describe a su personaje como si fuera una olla a presión, alguien que parece tranquilo por fuera, muy educado y culto, pero que por dentro está hirviendo. El reto actoral fue transmitir ese “ruido mental” sin gritar ni hacer gestos exagerados. Fue un personaje que de su parte requirió una contención absoluta:

“Lo abordé desde esa violencia implícita. Es un man que nace en la violencia, lo rodea la violencia se dedica a la violencia. Es soldado, estuvo en Vietnam. Hogar agresivo, violento. Siento que ahí arranca el caldo de cultivo, digamos. Y después viene lo que pasa afuera. O sea, lo social. Que es eso, el no poder encajar. Creo que es un tipo que no tiene muy buenas habilidades sociales, entonces hay rechazo, hay bullying, hay burla”.

HISTORIA DE UNA EXTRAÑA AMISTAD

Carolina Gómez, José Restrepo y Andrés Parra son los protagonistas de Estado de fuga 1986

La historia de Estado de fuga 1986 no se cuenta desde los ojos del asesino directamente, sino a través de Camilo León (José Restrepo). Ana María Parra destaca que “eso es importantísimo, porque realmente el punto de vista de esta historia es a través de un chico que quiere ser escritor y termina conociendo a Jeremías. Y es él el que nos va llevando a través de la vida desconocida de Jeremías y siento que eso es lo novedoso realmente, es la historia de una extraña amistad”.

Esta historia surgió también a partir del hecho de que Mario Mendoza compartió salones de clase con Campo Elías Delgado, previo a la masacre. No obstante, no es un calco de esa vivencia. El escritor relató que participó en el cuarto de escritores contándoles situaciones y anécdotas para que finalmente el grupo liderado por Ana María Parra construyera un historia independiente de un artista adolescente atormentado, encarnado por José Restrepo que “a mí me parece que ha hecho algo sobrecogedor a lo largo de toda la serie”.

“La claridad de Ana estuvo en saber que Jeremías, por muy fuerte que sea el personaje, no fuera el protagonista. El protagonista es un joven que quiere ser un artista y que tiene que descender a los infiernos si algún día quiere narrar esa ciudad y sociedad en la que vive. Jeremías es el camino para descender y cruzar los infiernos y hacerse un artista”, indicó Mendoza.

Estado de fuga 1986 está contada en clave de thriller, en un trío de personajes base que lo completa Indira, interpretado por Carolina Gómez. “En la post-tragedia está Indira que es la persona que todo el tiempo se está preguntando ‘¿esto por qué pasó? ¿Por qué llegamos aquí?’”, expone Ana y resalta que este personaje es el que no permite que se glorifique a Jeremías. “estamos por fuera de hacer un héroe. Ni siquiera creo que sean antihéroe tampoco”.

La producción de AG Studios y Netflix ofrece un enfoque que desplaza la mirada del agresor hacia quienes lo rodearon. En esa perspectiva, Camilo León, Indira y las voces del entorno permiten examinar el Síndrome de Amok y la corresponsabilidad social mencionada por los creadores. El resultado de Estado de fuga 1986 abre un espacio para revisar cómo reaccionamos ante las señales que anuncia una tragedia.