Sebastián Martino junto a María Fernanda Aristizábal y Andrea Serna, presentadoras del Desafío
El Desafío es un referente de la televisión latina, que combina competencia, tecnología, narrativa y cercanía con su audiencia (Es lo más visto de la TV colombiana actualmente). Su éxito, en palabras de Sebastián Martino, gerente de Grandes Formatos de Caracol Televisión y juez del programa, se sostiene en que han logrado reinventarse en cada temporada durante 21 años.
Por ejemplo, en esta versión 2025 del Desafío, bautizada Desafío del siglo XXI, hay nuevas dinámicas de juego y también más contenido para los televidentes, gracias a una alianza con ditu, la plataforma de streaming de Caracol Televisión, donde se puede ver material exclusivo del programa.
“Ha sido una inversión muy grande tecnológica y en horas de trabajo. Ha sido un reto para todo el equipo entender cómo generar en paralelo un programa para televisión abierta y estos espacios para plataformas en streaming. Creo que nos vamos a potenciar uno del otro, así que estamos felices con este matrimonio”, afirmó Martino.
En el 2021, en plena pandemia del coronavirus, Caracol Televisión a pesar del difícil momento que vivía el mundo, logró volver a realizar el programa al crear un hub de producción en Tobia, a 80 kilómetros de Bogotá, que llamó la Ciudad de las cajas.
Esa zona de Colombia es conocida por sus paisajes selváticos; más exactamente, es un ecosistema de bosque tropical, con temperaturas que oscilan entre los 20° y 30°C durante todo el año. Fue una burbuja en donde se adaptaron en un mismo terreno, áreas donde habitan los participantes y otras de competencia, conocidas como los boxes.
Con el pasar de los años (es la quinta versión del Desafío que se hace allí), el lugar se ha potenciado al punto que Sebastián Martino lo califica como “el estudio a cielo abierto más grande de Latinoamérica”. Lejos de ser solo un lugar pintoresco, Caracol Televisión ha dotado la zona con tecnología que les permite un mayor control:
“Es un estudio a cielo abierto impresionante, lleno de tecnología, de conectividad y que nos ayuda a minimizar recursos, a minimizar tiempos y nos vuelve más eficientes, más productivos y más creativos”.
Sin embargo, la nueva temporada va más allá de Tobia. En lo que Martino define como un proceso de “liberación” posterior a la pandemia, el Desafío incluye pruebas y locaciones fuera del tradicional espacio. “Van a ver muchos viajes, muchas pruebas y eventos por fuera. Ya no hay límites”, anticipó.
La realidad actual es totalmente distinta a la de hace 21 años, cuando nació el Desafío. Al igual que en otros realities, para esa época la gente se intimidaba al hablar frente a una cámara. Hoy en día, como analiza Martino, gracias a las redes sociales las personas tienen una mayor afinidad ante el lente.
“Antes todos los realities tenían un proceso de adaptación donde el participante se iba soltando, se iba acostumbrando a vivir frente a una cámara. Ya llegan sin ese proceso. Llegan sueltos, hablan, son extrovertidos y despreocupados”, explicó.
Este desparpajo ante las cámaras permite un enfoque más profundo en la convivencia, otro de los pilares del formato, además de la competencia. “El programa tiene una dosis de documental, de convivencia y mientras los participantes tengan mayor capacidad de contar lo que sienten, expresar sus emociones y poder decir lo que están viviendo en ese momento, eso nos va a ayudar y va a enriquecer los formatos”, concluyó Sebastián Martino.
El Desafío, formato de Caracol Televisión, tendrá séptima edición en Bulgaria por NOVA