Tras el fallecimiento de la Sra. Saadet, última propietaria de la Mansión Centenaria, su herencia quedó legalmente en manos de familiares lejanos que no conocía. Ante esto, Tekin, cuya infancia transcurrió en esta mansión, lucha por recuperarla a pesar de no tener derecho a la herencia. Con la ayuda del abogado Fikri, Murat, quien está endeudado, Harun, quien perdió todo lo que poseía, y Emin, quien fue estafado, se reúnen con Gönül, la enfermera de la Sra. Saadet, en esta mansión. Estas personas, que se quedaron sin hogar, aprenden a ser una familia y a apoyarse mutuamente con el tiempo, a pesar de las dificultades iniciales.