
Paulina Fagoaga, Head of Business Delivery & Integration de SAMY
Durante su participación en el “Social Universe: Cracking the Code“, Paulina Fagoaga, Head of Business Delivery & Integration de SAMY, compartió con PRODU su visión sobre cómo el influencer marketing está evolucionando hacia el social commerce, y por qué hoy más que nunca es fundamental integrar creatividad, tecnología y data para lograr resultados medibles y sostenibles.
Fagoaga explicó que el gran reto del pasado era medir con precisión el impacto de las campañas con creadores. “Antes todo se quedaba en la recomendación. Hoy, gracias a las plataformas sociales que integran el comercio dentro del entretenimiento, es mucho más fácil trazar el recorrido del usuario desde el contenido hasta la compra”, señaló.
La ejecutiva destacó que esta transición ha dado paso a un nuevo modelo que en SAMY llaman Influencer Commerce, donde la clave es diseñar estrategias que permitan seguir la conversión en tiempo real con herramientas como códigos de descuento, UTMs o plataformas como TikTok Shop. “No se trata de lanzar un post y esperar. Se trata de planear, saber quién es tu audiencia, qué productos priorizar, cómo controlar el inventario y qué tipo de contenido generar”, agregó.
Fagoaga enfatizó que el éxito del social commerce radica en reconocer que se trata de una transacción emocional y rápida. “El consumidor no entra con intención de compra como en el e-commerce tradicional. Está en su entorno de entretenimiento, se encuentra con un contenido que le gusta, confía en el perfil que lo presenta y, en dos clics, hace la compra. Por eso es vital ofrecerle valor en ese instante”, explicó.
En ese sentido, subrayó que la creatividad sigue siendo el eje rector: “El valor del creador no es solo su audiencia, es el contenido que genera. Cuando ese contenido se alinea con los intereses del público objetivo, y se apoya en datos duros sobre engagement, se crea una conexión que convierte”, afirmó.
Sobre el caso específico de México, Fagoaga reveló que el 96% de los consumidores ya ha comprado a través de plataformas sociales, y que el país supera el promedio global de tiempo en redes, con más de tres horas diarias. “Somos una audiencia súper activa, polarizada y de nicho. Impactarla correctamente requiere estrategia y entendimiento profundo de sus hábitos de consumo”, afirmó.
Finalmente, Fagoaga hizo un llamado a dejar atrás la idea de que hacer social commerce es simplemente publicar y vender: “Esto es como abrir una tienda nueva, pero en plataformas sociales. Hay que tener el backend listo, controlar los productos, medir, optimizar y ejecutar con precisión. Y si se hace bien, la recompensa es enorme”, finalizó.