Cuatro historias de la Venezuela de afuera componen la película del director Carlos Fung, Relatos del exilio, que hace poco estrenó en Miami en una premiere a la que asistieron 600 personas.
Un testaferro que se roba el dinero del funcionario corrupto para el que trabaja, un médico venezolano intentando hacer la reválida en Chile y es víctima de xenofobia, el desespero de una madre que pone en riesgo la vida de su hija para cruzar el río Bravo hacia EE UU y un venezolano trabajando como delivery en Colombia que encuentra la sorpresa de su vida cuando estaba haciendo un envío.
Todas son historias de las que Fung ha escuchado o conoce de cerca y están interpretadas por destacados actores venezolanos como Luis Gerónimo Abreu, Ana Karina Casanova, Gabriela Vergara, Franklin Virgüez, Norkys Batista, entre otros, y hecha de forma independiente entre las productoras Imagine Factory, Cid Producción, Belfort Producción y Orenoque Films. “Hay que contar historias buenas, no se le puede dar únicamente volumen a las noticias malas. Hay un universo de venezolanos buenos, que están trabajando y haciendo cosas”.
EL CAMINO DE SIMÓN
Fung toma como referencia el éxito que ha tenido Simón y lo que ha enseñado en términos de distribución a quienes están haciendo cine venezolano desde afuera. “Tenemos que llamar la atención. Simón emprendió un camino de distribución por sí mismo. Nosotros estamos haciendo lo que hicieron ellos. Una de las grandes virtudes de Simón, además de que es una excelente película, es que se ha convertido en un faro comercial para los demás. Nos están mostrando una luz para poder seguirla”.
La película está en fase de promoción. Tuvo otra proyección exitosa en Nueva York y continúa su gira por salas y festivales de EE UU, Europa y LatAm. La gente ríe en algunas historias. Tengo mucha influencia de Tarantino y en algunas hay un humor oscuro bastante marcado, pero todas cuentan la tragedia de Venezuela en un escenario de lo absurdo”.
Para Fung, es imprescindible que llegue a las salas de Venezuela. Están haciendo los trámites para nacionalizar la película y poder representar a Venezuela en festivales, pero no han tenido éxito todavía en las gestiones ante el Centro Nacional de Cinematografía de Venezuela.