Vaya semana esta. No solo mi WhtasApp personal estuvo disparándose continuamente con misivas de distribuidores afligidos por la velocidad con que sus citas al Natpe iban disminuyendo. También los chats de algunos colegas y, por supuesto, el de nuestra sala de redacción, que multiplicaba los comentarios.
“Something must be done” era el clamor colectivo. “Natpe no puede ser tan irresponsable” expresaban unos, “Hay que abrir un debate” pedían otros.
Porque ya no solo era el temor a contagiarse; con esta variante de ómicron, aunque menos letal, el impacto social es el mismo: aislamiento hasta esperar a dar negativo. ¿Y cuánto tiempo puede durar eso en un cuarto de hotel de varios centenares de dólares la noche?
Para un distribuidor que había cerrado diciembre con 36 citas para Natpe, esta semana la había iniciado con 16, y ya el jueves iba en 9. No le daban los números de la inversión para 9 citas que posiblemente seguirían reduciéndose. ¡Hay que hacer algo, llamemos a PRODU!
Nosotros iniciamos nuestras pesquisas y, en efecto, descubrimos que eran más los que no asistirían que los que sí. Pero todo continuaba igual, aunque sabíamos que si nuestra sala de redacción estaba inquieta, con ansiedad y desasosiego, no nos podíamos imaginar cómo estaban las casillas de los organizadores. “No pueden suspender porque si suspenden, quiebran” alguien nos sopló.
Comenzaron entonces los primeros golpes públicos. Univisión suspendió sus dos eventos. Luego vino ViacomCBS que cancelaba su celebración con el cantante Miguel Bosé, y finalmente, las duras de WAWA pospusieron su fiesta quinto aniversario que con tanta ilusión habían estado preparando desde septiembre.
Caracol también se adelantó y canceló todos sus espacios y reuniones presenciales, pasándolas al online. Otros decidieron aplicar el viejo dicho de “Si Mahoma no viene a la montaña, la montaña va donde Mahoma” tomaron un avión y se fueron a visitar clientes.
Nosotros, siguiendo las sugerencias de nuestra comunidad, abrimos un debate en las redes sociales, y hubo todo tipo de opiniones, a favor de la clausura, y en contra.
En fin, se volvieron a revivir momentos ya experimentados, de eventos que se programan pero la incertidumbre se apodera de ellos y se tambalean. Y así, la presión y los números ganaron, y este sábado 8 en la noche, a la directiva del Natpe no le quedó más remedio que suspender el evento pensando principalmente en la salud de los participantes, a pesar de que eso implicaba un gran costo económico para la organización.
En la redacción sentimos un gran alivio porque se paraba la ansiedad y el desasosiego de tan intensos días. También un malestar por no tener este Natpe. Pero también nos invadió un sentimiento de satisfacción y orgullo al palpar la profunda conexión de PRODU con nuestra industria, y constatar que a pesar de cualquier infortunio, la industria no se detiene.
Por cierto, al cerrar esta nota, en Chipre se acaba de descubrir una nueva variante covid, un híbrido del ómicron y el delta.