
Alejandro Vogt, el director y co-fundador de Taste Marketing
En medio del universo saturado por la Inteligencia Artificial (IA) y la “fatiga digital”, Alejandro Vogt, el director y co-fundador de Taste Marketing, propone regresar a los básicos de las experiencias sensoriales y trabajar de la mano de especialistas con aliados.
Vogt argumenta que la complejidad de las tendencias actuales (omnicanalidad, data privacy, marketing experiencial de alto impacto, display innovador y nuevos vehículos sensoriales) exige un nivel de especialización y recurso que ninguna agencia puede cubrir sola.
Hoy, la verdadera ventaja competitiva ya no reside en el secreto, sino en la capacidad de construir ecosistemas de servicio de alta calidad a través de la colaboración.
La obsesión por las herramientas de IA generativa y la hiper-personalización ha llevado a una “fatiga digital” en el consumidor. Las experiencias se sienten predecibles y la sobrecarga de datos ha saturado a los equipos internos. En este contexto, el marketing experiencial se ha revalorizado como el antídoto que inyecta emoción, pero su ejecución se ha vuelto demasiado compleja para un solo equipo.
“Hemos llegado a un punto donde la excelencia en todos los frentes es humanamente imposible para una sola agencia”, explica Alejandro Vogt.
“Necesitas especialistas en datos para medir el engagement sensorial, expertos en AR/VR para activar un evento físico, ejecutivos que dominan las relaciones públicas, y apoyo en expertise de RH para el reclutamiento y gestión del talento de imagen y ventas en un evento. Pretender ser el ‘lobo solitario’ que lo hace todo es un modelo caduco que perjudica al cliente. La complejidad actual nos obliga a ser humildes y a buscar alianzas.” Además, continúa, “muchas marcas exigen proyectos integrales únicos, lo cual complica tener a un equipo de especialistas fijo”, dijo.
Para Vogt, las agencias que se resisten a colaborar corren el riesgo de ofrecer soluciones superficiales. Datos de la industria respaldan esta necesidad:
Un informe de HubSpot señala que el 98% de quienes realizan eventos de marketing reportan un ROI positivo cuando se enfocan en formatos híbridos. Lograr ese blend digital-físico requiere la suma de talentos que rara vez coexisten bajo el mismo techo.
Además, el 41% de los profesionales de marketing planea aumentar su inversión en redes de medios minoristas (RMN), según Kantar. Esto significa que las experiencias físicas (el Experiential Marketing en un punto de venta) deben estar totalmente integradas con plataformas de ad-tech y e-commerce, un dominio que exige a menudo a un partner externo de tecnología.
“El futuro del marketing de experiencias no se trata de quién tiene la mejor idea, sino de quién tiene la mejor red de partners”, afirmó Vogt.
“La colaboración es el nuevo estándar de calidad. En Taste Marketing, vemos a otras agencias no como rivales a vencer, sino como socios potenciales para crear un ecosistema de servicio 360º de excelencia”, añadió.
La propuesta de Vogt es transformar la subcontratación en una alianza de valor genuina basada en la transparencia y el beneficio mutuo.
1. Transparencia de roles ante el cliente
El modelo de colaboración exige honestidad. El cliente debe saber que está contratando a un ecosistema de partners coordinado. Según Vogt, a muchos no les importa, y esto elimina la fricción y fomenta la confianza.
“El cliente no quiere egos, quiere resultados. Al ser transparentes sobre nuestras alianzas, no mostramos debilidad, mostramos nuestra capacidad para atraer el mejor talento específico para su necesidad”.
2. Medición compartida
El experiential marketing y, específicamente, el Taste Marketing, es el campo de prueba ideal. La experiencia de degustar y vivir lo que ofrece un producto, por ejemplo, es solo el 50% de la ecuación.
El otro 50% es la captura de data, la medición del sentimiento y la atribución de esa experiencia a una venta posterior. Este nivel de análisis obliga a las agencias de creatividad, a las de relaciones públicas, de Influencers y talento, y a las de ad-tech a trabajar con los mismos KPIs, forzando la coherencia y la transparencia.
3. Del caos de egos a la comunidad de aprendizaje
Finalmente, la colaboración entre colegas es una herramienta esencial para la retención de talento. Al exponer a sus equipos internos a las metodologías de otras agencias líderes, una empresa invierte en la capacitación y el upskilling constante.
El intercambio de formas de operar, de Best Practices, y de colaborar con equipos talentosos siempre es algo positivo para cualquier industria, en la nuestra, que mucho depende de ideas y servicio, cada vez esto es más importante.
“El miedo a la competencia ha mantenido a muchas agencias en el estancamiento”, concluyó Vogt.
“Si las agencias logran construir una comunidad de ‘competencia colaborativa’, no solo sobreviviremos a la próxima ola de disrupción, sino que elevaremos el estándar de toda la industria, haciendo que el marketing sea más impactante, memorable y, sobre todo, humano”.