MERCADEO

Fogdog enumera siete ejemplos de comunicación sexista y advierte cómo no caer en ellos

30 de noviembre de 2020

Cristian Vergara

Adriana Pineda

El documento desarrollado por Fogdog, agencia de pensamiento estratégico del grupo Untold_, busca orientar a empresas y marcas a navegar de forma adecuada y competitiva este mundo cambiante, alejándose de los estereotipos.

“Hemos visto cómo los temas relacionados con la comunicación sexista están, felizmente, cada vez más en las prioridades de agenda de la opinión pública. Es un momento crucial para preguntarnos cómo puede la comunicación comercial abordar este tema de manera amplia, adecuada y sin oportunismo” mencionó Adriana Pineda, directora de Fogdog Colombia.

En el documento, se describen siete tópicos a tener en cuenta:

Androcentrismo: La tendencia a considerar al hombre (blanco, libre) como centro, protagonista o medida de referencia de la historia y la civilización humana que provoca que otras visiones queden anuladas, sean invisibles o incluso ridiculizadas. Se hace evidente cuando se usan frases como: la evolución del hombre para referirse a la evolución de la especie humana.

Estereotipos sexistas: En los estereotipos sexistas, a la masculinidad le corresponde la fuerza, la dominancia, el control, la inhibición de los sentimientos y de la empatía, y la independencia (ser para sí mismo). Por el contrario, los valores estereotipados de la feminidad son la sumisión, la debilidad, la sensibilidad, el afecto, la empatía, el cuidado de los demás (ser para otros).

Ser para otros: La definición de las mujeres en relación “con”. Esta forma semántica invisibiliza a las protagonistas de las historias, refiriéndose a ellas como seres que existen únicamente en su condición de relacionarse o servir a otros (madres, esposas, ex de, etc.).

Profesional sexy como categoría: Hemos visto innumerables veces titulares como “la basquetbolista más sexy” o “la ministra sexy del gabinete” que demeritan la capacidad de las personas y agregan sesgos sobre su desempeño así como pueden motivar actos de discriminación y cosificación.

Subordinación: Estas son construcciones semánticas donde la mujer aparece de forma pasiva. Por ejemplo: novios que llevan al cine a sus novias, esposos que “sacan” a cenar a sus esposas, etc.

Cosificación: Se refiere a hacer uso de las mujeres o su imagen para fines que no las dignifican. La forma más común es sexual, convirtiéndola en un “objeto a disposición”. Sorprenden los ejemplos relacionados a videojuegos populares entre niños.

Género como etiqueta: Consiste en utilizar el género como etiqueta de las personas al hablar de sus actividades o logros. Las palabras de género como mujer, transgénero, gay, etc., solo deberían ser utilizadas si el mensaje a comunicar gira en torno a esto.