
Película Entrevista laboral explora el tema de la marginalidad en uno de los barrios pobres de Bogotá
Los contextos y escenarios de los barrios periféricos de las ciudades han sido un tema tratado en diferentes realizaciones colombianas. Recientemente llegó a salas de cine de Colombia la película Entrevista laboral que pretende explorar este tema desde una nueva perspectiva. Esta es una producción de Orión Films y Cambio de Ojos, dirigida por Carlos Osuna.
Cuenta la historia de Gabriel, un joven rapero de 18 años que vive en la periferia y el caos de Bogotá. Recién salido de la escuela, se enfrenta a un mundo que parece no tener lugar para sus sueños. Entre el peso de la rebeldía, las contradicciones de sus deseos y su ambición por salir adelante, Gabriel navega la cruda realidad de la ciudad y de la vida misma.
Osuna destacó la perspectiva de esta producción, filmada desde planos muy lejanos que hacen referencia a la marginalización. “Plantea una mirada ajena, pero enternecedora, en la que vemos a los personajes en sus rutinas diarias” comentó. La cinta se rodó en Patio Bonito, uno de los barrios populares más conocidos de Bogotá.
Para él este tipo de escenarios aún ofrecen posibilidades narrativas interesantes: “Hablamos de lo marginal como si los colombianos no vivieran en su mayoría en barrios periféricos, nuestro país es considerado para el mundo una periferia”. Resaltó que Entrevista laboral se aleja de la representación convencional que se hace de los barrios pobres en el audiovisual, la cual, en su opinión, muchas veces está viciada con “una mirada colonizadora en la que se filman temas latinoamericanos siguiendo paradigmas de producción de la imagen de otros lugares, como Europa”.
En su visión, cuando los realizadores audiovisuales se acercan a sitios empobrecidos pueden caer en la trampa de “hacer retratos exotistas e idealizados de ellos, entendiendo lo que tienen enfrente como una especie de surtidor de contenido”. Consideró que la clave para evitar eso está en desarrollar escenas basadas en una observación consciente del lugar que se visita.
Aseveró que “el cine colombiano no necesita recrear idealizaciones acerca de la pobreza, o la miseria, o las dificultades económicas; ni rehuir a las historias de marginalidad sólo porque se han hecho muchas. Para mí el arte no son las cosas que se dicen, sino el lugar y la perspectiva desde donde se dicen. Hay que acercarse de la manera más genuina”.
Comentó que su película propone una representación de la marginalización diferente, haciendo una contraposición del barrio frente a una idealización de lo que sería salir del barrio, apelando a la imaginación del protagonista y del público.
Por último, reconoció que películas como la suya no van dirigidas a las audiencias masivas, pero que tienen la posibilidad de ser redescubiertas a largo plazo, generando un público que vaya más allá del que va a verlas durante su primera semana en salas.
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