Con una estética surrealista y narrativa provocadora, presenta a un carismático vendedor de bienes raíces en traje de astronauta que guía al espectador por un vecindario marciano habitado por quienes desafían lo establecido. La pieza audiovisual no solo recupera el icónico tono irreverente de la marca, sino que lo potencia, proponiendo a Marte como un nuevo hogar simbólico para los que no encajan en la Tierra. Es una celebración visual del atrevimiento y la libertad creativa, que consolida a Doritos como un emblema de identidad para quienes se atreven a ser diferentes.
Agencia: ISLA Ciudad de México
Casa Productora: Iconoclast