Juan Carvajal, Alejandro Bernal y Diego Ramírez en el estreno de La salsa vive
La salsa vive llegó a las salas de cine en Colombia desde el 5 de junio. Se trata de un documental, producido por 64A Films y Cinematic, con el apoyo de Caracol Cine y Dago García Producciones, y distribuido por Cineplex, que a través de más de 50 entrevistas e imágenes de archivo y actuales, sumerge al espectador en un viaje musical.
“Este proceso comenzó hace muchos años, cuando en Nueva York tuve la oportunidad de conocer al maestro Larry Harlow, y nos hicimos buenos amigos”, recuerda el director Juan Carvajal. “Él me contaba lo que fue la salsa en los 60 y 70, el movimiento salsero en Nueva York. Queríamos contar esa historia, pero desafortunadamente el maestro se mudó al otro barrio, como dice Rubén Blades. Entonces me fui a Cali en búsqueda de saber qué pasaba con la película, y lo que me enseñó esa ciudad fue una ruta muy bonita”.
Esa búsqueda llevó a Carvajal a entender que La salsa vive no podía ser solo una crónica de la ciudad estadounidense, sino un relato compartido entre dos geografías y dos culturas unidas por un mismo sonido: “Nueva York, donde la salsa nació, y Cali, la ciudad que la mantiene viva”.
Para el productor Diego Ramírez, de 64A Films, el documental es también una reflexión sobre la transformación social a través de la música. “La salsa tiene la capacidad de transformar una ciudad, y esa ciudad también puede transformar la salsa. En este momento, en Cali, la salsa es una herramienta para la reconstrucción social, para cerrar brechas en una ciudad agrietada, pero que encuentra en este género una manera de acercarse como comunidad”.
Para Caracol Cine, que apoyó la película desde su concepción, este proyecto tiene un valor testimonial enorme. “Creemos que es un testimonio valiosísimo para Colombia y América Latina, porque cuenta muy bien lo que significó la salsa en Nueva York y lo que significa hoy en Cali”, afirma Alejandro Bernal, gerente de Caracol Cine. “Estamos muy orgullosos del resultado, es un producto de altísima calidad, de talla mundial”.
Realizar La salsa vive no fue tarea fácil. El proceso de recopilación de material de archivo y adquisición de derechos musicales tomó cerca de un año y medio. “Fue un trabajo de minucia muy delicada”, cuenta Ramírez. “Tuvimos la complicidad de muchos de los autores, aunque también hubo canciones que no pudimos incluir. Pero otras que jamás pensamos que podríamos tener, al final sí las logramos”.
Una anécdota curiosa del rodaje fue el hallazgo de un VHS con imágenes del primer concierto de Henry Fiol en Cali. “Alguien nos dijo: ‘Tengo este casete, no sé qué hay adentro, pero mírenlo’. Y resultó ser un archivo increíble que ni siquiera Henry Fiol sabía que existía”, revela Ramírez. “Este documental es la suma de muchas generosidades”.
Precisamente, entre los grandes momentos del proceso destacan las entrevistas con leyendas vivas de la salsa, como el mismo Fiol y Rubén Blades. “Fueron entrevistas larguísimas, muy bonitas”, afirma Carvajal. “La de Rubén duró más de seis horas. Fue espectacular todo lo que vivimos ese día”.
Antes de su estreno en Colombia este 5 de junio, La salsa vive ya ha tenido un recorrido internacional destacado. Su premier mundial se realizó en el prestigioso festival South by Southwest en Austin, EE. UU. Luego pasó por el San Diego Latino Film Festival, el Seattle International Film Festival, y tuvo una función especial en el Carnegie Hall de Nueva York.
La agenda continúa, en más festivales y también en salas comerciales: “La semana que viene estaremos en Guadalajara, y lo más bonito es que la película se va a estrenar también en salas de Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Puerto Rico, Ecuador, Perú. Y cada dos o tres días se suma otro país. Es algo muy emocionante”, dice Ramírez.
La salsa vive no es solo un documental para los amantes del género: es una historia de resistencia cultural y pertenencia. Es un retrato de cómo la música conecta generaciones y territorios, y de cómo sigue latiendo con fuerza en las calles, en las memorias y en los corazones.